Trenkacames Sedaví: parar por obligación

La dana arrasó más de 75 poblaciones de la Comunitat Valenciana. Con ello se paralizaron miles de vidas, miles de rutinas, ir al trabajo, quedar con los amigos para tomar algo, o el entrenamiento de todas las semanas, ya sea hacer fútbol o simplemente salir correr, y esto es lo que le paso al Trenkacames Sedaví, que tuvo que parar su actividad por culpa del desastre natural, ya que el 80% de los corredores son de los pueblos colindantes.

El Club de Deportes de Montaña y Escalada Trenkacames de Sedaví no es un club al uso, ni busca serlo. No hay sedes fijas, ni entrenadores oficiales, ni camisetas obligatorias. Aquí lo único que importa es seguir compartiendo esa pasión que genera el running tanto de montaña como de asfalto, y, a ser posible con esos mismos amigos de hace 10 años.

Lo que nació en 2015 como unas simples quedadas entre amigos para correr por la montaña, hoy es un club con más de 40 personas que, tras una década, sigue creciendo sin perder su esencia.

A diferencia de otros clubes deportivos, Trenkacames Sedaví no persigue ningún tipo de lucro. Lo que lo mantiene a flote son las escasas cuotas anuales y la venta de lotería que sirven para mantenerlo vivo y poder costearse algunas competiciones.

Uno de los aspectos más característicos de este club es la ausencia de una sede fija para los entrenamientos. Los miembros del club han improvisado a lo largo de los años diferentes lugares para reunirse, coordinándose, pero teniendo como punto de encuentro más habitual las pistas de Torrent, donde entrenaban tanto el martes como el jueves. Para los días de montaña, buscan zonas como Serra, Picassent, Alcira o Calicanto, adaptándose a las necesidades de cada corredor. La falta de recursos del propio club que subsiste como puede, hace que aquel que quiera buscar un mayor rendimiento, tenga que buscarse su propio entrenador personal que le adapte los entrenamientos y le prepare una rutina.

A lo largo de estos diez años, el club ha crecido de manera significativa. De los 10 o 15 miembros iniciales, han pasado a contar con alrededor de 40-45 corredores. Además, hay cierta diversidad de edades dentro del propio club, ya que tiene miembros que van desde los 20 años hasta los 60. Aunque en algún momento han contado con jóvenes talentos, como un corredor de 14 años que fue fichado por el equipo de élite Cárnicas Serrano. El motivo de esto, es que tampoco tienen ni el espacio necesario ni el tiempo suficiente para hacerse responsables de llevar una escuela de atletismo a sus espaldas.

El impacto de la dana afectó a muchos de sus miembros, ya que aproximadamente el 80% del club reside en zonas afectadas. Durante meses, las prioridades cambiaron, como es normal, y muchos de los corredores se volcaron en labores de ayuda y reconstrucción. Esto redujo considerablemente la actividad del club, con entrenamientos intermitentes y encuentros esporádicos. Sin embargo, poco a poco han ido recuperando la normalidad y retomando sus rutinas, tanto en los entrenamientos entre semana como en los de fin de semana.

En cuanto a competiciones, Trenkacames Sedaví participa en una gran variedad de carreras a lo largo del año. Desde pruebas urbanas como el circuito Divina Pastora de Valencia, el medio maratón y el maratón de la ciudad, hasta carreras de ultradistancia en entornos montañosos. El club ha estado presente en eventos icónicos como el Pica Trail, el Gran Trail de Benasque, competiciones en los Picos de Europa y carreras en Andorra.

A pesar de su fuerte presencia en la competición, Trenkacames Sedaví también se involucra en la organización de eventos locales. Un ejemplo de ello es su colaboración en la Vuelta Infantil de Sedaví, donde refuerzan su compromiso con la comunidad deportiva y fomentan la pasión por el atletismo entre los más jóvenes.

Más allá de los logros deportivos, el verdadero éxito del club radica en su filosofía. Trenkacames Sedaví se define por el buen ambiente y el amor por el deporte por encima de todo. Promueven valores esenciales del atletismo y la montaña, como la ayuda mutua y el espíritu de superación, pero sin perder nunca la alegría y la diversión. No cierran las puertas a la entrada de nuevos miembros, sino que los reciben a con los brazos abiertos, intentando mantener ese sentido de familia que va más allá de la competitividad.

El club no se rige por camisetas ni banderas, sino por la conexión entre personas que comparten la misma pasión. De hecho, algunos de sus integrantes están federados en otros clubes, pero siguen formando parte de Trenkacames Sedaví porque, para ellos, no se trata de elegir un equipo, sino de pertenecer a una gran familia. Una familia que, tras diez años, sigue corriendo junta, siempre con la misma esencia y el mismo espíritu que los vio nacer.

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