Tres vendajes fáciles para prevenir las ampollas

Buscas zapatillas de calidad, has probado todo tipo de tejidos para calcetines, pero nada: siguen apareciendo. No has corrido ni 20 kilómetros y ya sientes que asoman, son las malditas ampollas. Si ya te han salido, aquí tienes unas pequeñas soluciones para paliar su dolor. Pero si ya se te han curado las últimas que te salieron y estas temiendo su reaparición, presta atención a este artículo.

Un estudio del Clinical Journal of Sport Medicine, encontró que la aplicación de cinta quirúrgica disminuyó considerablemente la aparición de ampollas en las áreas en las que éstas suelen aparecer. El análisis se llevó a cabo por expertos que trabajaron con participantes de un ultramaratón. Más de las tres cuartas partes de los atletas lograron terminar la prueba de larga distancia en un 40%.

Pero, ¿qué hicieron exactamente estos atletas con sus pies? Ahora presta atención. En primer lugar, además de visitar el podólogo, mantener los pies hidratados, sobre todo el día antes de la carrera, hay que hacerse con cinta quirúrgica, es decir con el típico esparadrapo, mejor hipoalergénico. Si el tejido es sin tejer.

Después es importante limpiar y secar bien los pies para lograr la máxima adherencia. Depende de las áreas en las que suelan aparecer más las ampollas, se deberá poner la venda en uno u otro lugar.

Corta dos tiras por cada dedo en el que tengas una ampolla. Por ejemplo, si es en el primero y el segundo, coloca una tira en cada uno de manera longitudinal. Después, haz lo propio con otra de manera transversal a la altura del lugar en el que suela salirte la herida.

Para cubrir la planta del pie, se pone una tira larga de cinta quirúrgica desde el primer dedo hasta el último por bajo del pie. Es importante ir tirándola para que no queden arrugas.

Ubica los huesos del tobillo y pon de manera transversal una cinta de lado a lado del pie. Recuerda estirar la cinta para evitar arrugas.

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