Los voluntarios: los otros héroes del Maratón

Denise es una de las 2.400 personas voluntarias que forman parte del Maratón Valencia Trinidad Alfonso. No hay otro evento en toda España que aglutine tantas personas que desinteresadamente entreguen su tiempo a, en este caso, los 33.000 corredores de la prueba. Victor Marí es desde 2018 su coordinador. «El primer año en el que entré eran unos 1.500, ahora la cifra se ha multiplicado». La tecnología es el gran aliado de ellos, sobre todo, en los primeros momentos de la selección de estas personas. Hay dos modos de informar del interés en colaborar por la prueba: a través de colegios, universidad o clubes, que normalmente estarán en grupos y mediante correo electrónico.

«Normalmente, casi el cien por cien de las personas están en el puesto que reclaman: avituallamiento, postmeta, entrega de medallas… a mucha gente le gusta repetir en el mismo sitio porque ya conocen a la gente, a lo mejor les coge cerca de casa u otras situaciones parecidas», comenta Marí quien en 2016 fue voluntario. «El trabajo es intenso durante todo el año, pero el último mes y las últimas semanas hay más acumulación de trabajo. Sobre todo porque también llegamos del medio maratón».

Al igual que existe una lista de espera para correr el Maratón, también lo hay para el voluntariado, los motivos, los desvela el propio Marí: »Es un momento álgido en la ciudad, tiene mucha emoción, es una experiencia única de vivir la carrera de otra forma. Estamos hablando de un evento puntero en España». El aumento de voluntariado no sólo está relacionado con el número de ellos, también con la calidad de su formación: «Ofrecemos, a través de Vithas, la posibilidad de hacer cursos de formación de RCP que también les es útil en la vida diaria. Hemos ido mejorando, antes lo hacíamos de manera presencial y esto nos limitaba el número de asistentes a estas actividades. Ahora lo hacemos a través de las nuevas tecnologías».

Un dos por ciento de los voluntarios son extranjeros, la mayoría de ellos estudiantes Erasmus que aprovechan su estancia en Valencia para vivir de cerca esa carrera de la que todo el mundo habla. Los más longevos tienen alrededor de 80 años y están vinculados con la SD Correcaminos, impulsora y organizadora de la prueba.

Denise encontró en Valencia a una amiga, María Navarro. Ella es de la ciudad, tiene 38 años y en 2020 se estrenó como voluntaria en el Maratón: «Desde entonces no he fallado». Aunque su primera toma con la prueba fue en un acto de 2009. En aquella peculiar Elite Edition, estuvo en el hotel con los corredores: «Había muchas medidas de seguridad, estábamos en esa época en la que todavía había restricciones por el Covid-19 y debíamos estar pendientes por ejemplo de que mantuviesen la distancia…». Un año antes fue una de las afortunadas que corrió la última edición de la 10K paralela a los 42K: «Participé con la empresa en la que trabajaba, la disfruté mucho, fue maravilloso. Pisar la pasarela azul y cruzar la línea de meta fue increíble».

En los últimos años ha estado en postmeta ayudando a comunicación en la zona mixta. También en ExpoDeporte, la feria del corredor que este año es en Feria Valencia: «Es muy emocionante ayudar porque sabes qué es prepararse un maratón, en mi entorno tengo mucha gente vinculada con la carrera, y cuando ves a la gente que cumple ese objetivo es increíble, es una sensación en la que hay alegría que se expresa en sonrisas y en lágrimas. El año pasado con el tiempazo de Kiptum que nadie se lo esperaba o lo de Tariku, fue algo increíble».

Ahora ya vive esos «nervios» de los días anteriores a la prueba. «Piensas que quieres que todo salga bien, cuando eres voluntario la gente te pregunta, se apoya en ti. Este año por ejemplo he tenido la oportunidad de formarme en RCP y me parece algo muy interesante que todo el mundo debería hacer», concluye.