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El 26 de julio se celebra el Día de los Abuelos en honor de San Joaquín y Santa Ana, los padres de la Virgen María y abuelos maternos de Jesucristo. Joaquín y Ana no son mencionados en la Biblia y su historia apareció por primera vez en el evangelio apócrifo de Santiago. Sin embargo, sobre los padres de José, el padre de Jesús, se sabe mucho menos.
Las genealogías colocadas al principio de los evangelios de Mateo y Lucas presentan a José como descendiente del rey David. Según Lucas, José vivía aún cuando Jesús tenía doce años, aunque como ningún evangelista lo menciona durante el ministerio público de Jesús, se presume que José había muerto antes de que este tuviera lugar.
Sobre los padres de José hay aún menos información. De su madre, la abuela materna de Jesús, no se ha encontrado prácticamente nada, ni siquiera su nombre. De su padre, hay dudas, ya que aparecen dos nombres.
La Agencia Católica de Informaciones (ACI Prensa) documentó lo ocurrido con los abuelos paternos de Jesús, en especial con las dudas que existen sobre el padre de José. De acuerdo con el evangelio de San Mateo fue un hombre llamado Jacob el padre de José, pero para San Lucas se trataba de alguien llamado Elí o Helí.
Posteriormente, San Agustín expuso la teoría de que José en realidad había sido un niño adoptado, por lo que ambos evangelios estarían en lo correcto. Por un lado, Mateo describiría al padre biológico de José, mientras que Lucas hablaría de la línea adoptiva e incluso hay quien defiende que confundió la línea adoptiva con la María, por lo que el abuelo (Helí) era en realidad Joaquín.
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Julio Africano, considerado el padre de la cronología cristiana, expuso que Eli y Jacob eran hermanos uterinos por medio de una detallada explicación, la cual fue retomada por San Agustín y publicada en sus «Revisiones» para descartar que José era adoptado.
No hay una teoría firme que determine quién el padre de José y abuelo de Jesús y poco más se sabe sobre el asunto, más allá de las teorías que se prolongan desde hace tiempo.
Además, según las revelaciones de la agustina alemana Emmerich en su libro el libro 'La vida oculta de la Virgen María', San José era familiar de los esenios, que eran ermitaños, y vivía solo muchas veces con ellos en Belén porque sus hermanos se burlaban en ocasiones de él. Y, según esta mística, la Natividad de la Santísima Virgen no sería el 8 de septiembre sino en realidad el 5 de agosto.
En cualquier caso, el culto a los abuelos de Jesús se desarrolló primero en Oriente, luego en Occidente y a lo largo de los siglos la Iglesia los ha recordado en diferentes fechas. En 1481, el Papa Sixto IV introdujo la fiesta de Santa Ana en el Breviario Romano, fijando la fecha de la memoria litúrgica en el 26 de julio, transmitida como día de la muerte.
En 1584, Gregorio XIII introdujo la celebración litúrgica de Santa Ana en el Misal Romano, extendiéndola a toda la Iglesia, explica Vaticannews. En 1510, sin embargo, fue Julio II quien introdujo la memoria de San Joaquín en el calendario litúrgico el 20 de marzo, que fue trasladado varias veces a lo largo de los siguientes siglos. Con la reforma litúrgica que siguió al Concilio Vaticano II en 1969, los padres de María fueron «reunidos» en una sola celebración el 26 de julio. , el conocido como Día de los Abuelos.
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