El aceite de oliva, también conocido como el oro líquido, es el producto que más se ha encarecido en el mes de octubre con un incremento del 78,9%, según datos de la consultora Circana. Unas cifras que lo catapultan como uno de los alimentos más preciados del sector y que han provocado una caída del 59,7% de la demanda y el crecimiento de otros tipos de aceite como, por ejemplo, el de girasol por ser mucho más económico.
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Pero además, hay otros muchos tipos de aceites de oliva como el lampante no apto para el consumo directo y considerado de peor calidad. Se trata de un aceite refinado que pasa por dos fases de elaboración.
La primera de ellas, se retira el olor, color, sabor y acidez del aceite lampante. Además, en esta fase, el aceite pierde prácticamente todas sus propiedades iniciales (vitaminas, nutrientes y polifenoles). Mientras que en la segunda, el aceite lampante se mezcla con aceite de oliva virgen, principalmente. Gracias a esta mezcla, el aceite de oliva resultante adquiere el sabor, olor y color del aceite virgen. La proporción suele ser aproximadamente de un 80% lampante - 20% virgen.
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Tras mezclar el aceite lampante con una pequeña proporción de aceite de oliva virgen, surgen así los aceites comercializados como aceite de oliva, aceite de oliva suave, aceite de oliva intenso, etc. Nunca podrán tener una acidez superior al 1%. Todos ellos tienen grandes diferencias con los de oliva virgen extra o oliva virgen 'a secas', tanto a nivel químico como nutricional.
No obstante, aunque sea de oliva virgen no es apto para el consumo en la forma en que se obtiene, cuya acidez libre expresada en ácido oleico es superior a 3,3 gramos por 100 gramos, según el Consejo Oleolícola Internacional. No es tóxico ni perjudicial per se, pero su sabor y características no cumplen con una norma de calidad, la COI/T.15/NC nº3. Se considera a veces 'turbio'. De hecho, el nombre lampante proviene de lámpara, ya que antiguamente se empleaba como combustible, como el queroseno.
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- Acidez superior a los dos grados.
- En cata, la media de los defectos organolépticos es superior a 2,5.
- En cata, la media del frutado es igual a 0, es decir, no tiene el sabor frutado del aceite de oliva virgen.
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