Aceites, quesos, conservas, dulces y cosméticos, los productos que más se roban en los comercios de la Comunitat

Son, desde luego, los llamados productos estrella para esta clase de delincuentes al por menor, porque el barómetro evidencia que en el sector de la no alimentación, cosmética al margen, «se ha bajado mucho el hurto de videojuegos, consolas y productos de belleza», como por ejemplo las colonias, que eran un clásico de este tipo de ladrones. «Ya no se exponen productos originales», en este sector, explican desde Checkpoint Systems, «sino que el ladrón encuentra productos ficticios». Es decir, maquetas, cajas vacías y productos en vitrina, «que son más difíciles de robar», aunque esta manera de presentar los productos ante los potenciales clientes, «acabe reduciendo la venta». «De hecho», señalan los autores del estudio, «cada vez hay menos marcas top hurto y encontramos en los lineales más productos marca blanca».

¿Qué tipos de delincuentes son más habituales en la región valenciana? Esto es, ¿hay más delincuencia organizada que en el resto de España? Los responsables del barómetro afirman que «siguen siendo habituales las bandas organizadas interprovinciales que recorren toda la costa mediterránea» para sus prácticas delictivas. Les ayuda en su operativo que en este territorio que engloba a la Comunitat estas bandas «disponen de vías rápidas de acceso y huida al lado de grandes centros comerciales».

No sólo esta categoría de delincuentes son habituales de los hurtos a esta escala. El barómetro también desvela la existencia de «bandas organizadas regionales y locales muy arraigadas que se dedican la venta de los productos», una vez sustraídos, «en los mercados paralelos». «En general», recuerda en Checkpoint, «las comunidades autónomas costeras siempre tienen más hurtos que las de interior, a excepción de Madrid». El año pasado, según sus datos, el nivel de delincuencia en este ámbito bajo entre dos y tres puntos.

Se trata en general de redes criminales que se fijan en estos productos por una doble razón: son fáciles de robar y también de revender, cuya operativa en el caso valenciano (la región cerró el barómetro de 2024 a media tabla en España, lejos del top de crecimiento de hurtos que distingue a las comunidades de Canarias, Baleares y Aragón) atiende a un factor distintivo: su condición de tierra de acogida de visitantes. A más turismo, mayor cantidad de hurtos, concluye el barómetro. «No está ayudando el crecimiento exponencial de los apartamentos turísticos que atraen cada vez más turistas low cost que también se aprovechan de los pequeños comercios», advierten sus redactores.

Checkpoint Systems, que extrae sus conclusiones de los sistemas para la protección de establecimientos que tiene repartidos por toda la geografía española, resalta la alta incidencia económica que provoca sobre el comercio esta delincuencia organizada, a cuyos integrantes llama «especialistas del hurto». Delitos menores, no demasiado penados, que cuando se reiteran causan a los empresarios un elevado perjuicio: de hecho, su estudio se centra tanto en los lineales de los grandes supermercados a cargo de operadoras multinacionales, pero también como de medianas superficies e incluso de la típica tienda de barrio.