Las adelfas, la planta que casi ningún conductor sabe por qué se usa en las autovías

Las carreteras, especialmente las autovías, son arterias vitales que conectan ciudades, regiones e incluso países. Su diseño y construcción requieren una cuidadosa planificación para garantizar la seguridad de los conductores y optimizar el flujo del tráfico. Una de sus características más distintivas es la presencia de una pared o separación que divide los carriles en dirección opuesta. Un elemento que, el la mayoría de los casos, está decorado con un tipo de planta concreto.

Las adelfas, también conocidas como laurel de flor o baladre, son arbustos de hoja perenne que se caracterizan por sus llamativas flores y su resistencia a condiciones adversas. Aunque a simple vista puedan parecer simplemente una decoración, estas plantas tienen un papel más importante del que podríamos pensar en nuestras carreteras.

Cuando viajamos por autovías, es común ver esa separación entre carriles, una especie de pared que nos separa de los vehículos que circulan en dirección contraria. Pues bien, parte de esa pared verde está formada por estas adelfas. Pero, ¿por qué precisamente esta planta? Pues resulta que son auténticas supervivientes. Son capaces de crecer en suelos poco fértiles y aguantan muy bien la exposición al sol y la falta de agua.

Pero no es solo resistencia lo que ofrecen las adelfas. Su densa vegetación ayuda a que los conductores no se deslumbren con las luces de los coches que vienen en dirección contraria. Además, actúan como una especie de barrera acústica, reduciendo un poco el ruido del tráfico y haciendo nuestro viaje un poco más tranquilo.

Así que la próxima vez que te encuentres en una autovía y veas esas plantas bordeando la carretera, ya sabes que no están ahí solo por casualidad. Las adelfas desempeñan un papel importante en nuestro viaje, no solo en términos de seguridad y confort, sino también en cuanto a estética y belleza en el paisaje urbano.