LAS PROVINCIAS
Miércoles, 28 de noviembre 2018, 20:29
Una práctica bastante habitual, por parte de las aerolíneas en los últimos años, es que cuando viajan varias personas juntas en avión acabe el grupo desperdigado por la nave. Aunque cada persona tenga huecos libres junto a su asiento asignado. Para aumentar la incredulidad de la situación, la compañía exige un pago adicional para que los asientos asignados estén juntos. Una investigación, por parte de la Autoridad Civil de la Aviación (CAA), apuntaría que esa separación sería el resultado de un algoritmo que de forma premeditada asigna asientos alejados entre los miembros de un mismo grupo. Las aerolíneas provocarían así que el viajero tuviera que pagar más, pero estas niegan que el desarrollo informático se utilice con este fin. Lo cierto es que esta separación se da incluso con familias que viajan con niños pequeños.
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En Reino Unido se inició una investigación para dar con la justificación a que cuando se compran varios billetes a la vez se suele asignar asientos separados dentro de la nave. Si el cliente desea agrupar los asientos debe proceder a un pago extra que en algunas compañías llega hasta los 30 euros por cambio. Si el pasajero no reserva un asiento exacto queda en manos de la aerolínea.
En 2017 la Doctora Rogers del Departamento de Estadística de la Universidad de Oxford sentenció que «la probabilidad de que cuatro pasajeros se sienten juntos en Ryanair es menos probable que ganar la lotería«. Y es que la aerolínea irlandesa es una de las más señaladas en este aspecto. De forma general, cuando se compran varios billetes juntos en la web se asignan separados, siempre y cuando el cliente no elija una opción más cara para seleccionar personalmente el asiento en el que desea viajar.
Un algoritmo establecería la unión entre los billetes adquiridos. Bien por tiempo de compra o por apellidos, la investigación que inició en febrero de 2018 la Autoridad Civil de la Aviación va encaminada a conseguir una respuesta lógica a esa separación sistemática de los grupos y familias. Ahí es donde entra el algoritmo como responsable de cruzar los datos de los billetes adquiridos para viajar y provocar la dispersión de los clientes por la aeronave.
Ryanair, por parte de su director de comunicación Kenny Jacobs, apuntaba en The Telegraph que en los seis primeros meses de 2017 se experimentaba un aumento del 10% de los clientes que pagaban más por elegir ellos el asiento y que no fuera la aerolínea la responsable de la ubicación. La cifra llegaba a casi el 50% de los clientes, 7,4 millones de pasajeros en medio año y que representaban 17 millones de euros de ingresos por este concepto.
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Desde la compañía irlandesa negaban que el algoritmo se utilizara con el fin de provocar el pago extra del cliente y apuntaban a que el sistema de asignación deja libres los asientos de ventana para aquellos clientes que desean viajar ahí expresamente. «Cuando un cliente no paga, se asigna aleatoriamente«, señalaban.
La polémica salta cuando el viaje se encuentran niños y menores. Las familias se pueden ver 'obligadas' a pagar más por los billetes para viajar juntos y no dejar a los jóvenes en puntos alejados de la nave. Pero el modelo aleatorio de Ryanair no es el que se sigue por ejemplo en compañías como Easy Jet, British Airways o Norwegian.
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En Easy Jet la asignación de asientos se realiza en función del orden cronológico de la realización del check-in, por lo que siempre se intenta agrupar los asientos. El algoritmo utilizado por la compañía agrupa a las familias «en el 99% de los casos«, según recoge The Telegraph por parte de un responsable de la compañía.
Por parte de British Airways el pago extra por billete es en el caso de que el cliente desee un asiento con mayor amplitud para colocar las piernas. En lo que respecta a la separación de familias, en el caso de un menor de 2 años, se puede reservar asientos juntos sin coste y en el caso de hasta 12 años siempre se asigna con los adultos.
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Norwegian cobra hasta 30 euros a aquel cliente que desea cambiar el asiento asignado informáticamente. A la hora de adquirir los billetes, las familias tiene prioridad en el reparto de ubicación, por lo que se intenta que viajen unidas. Apunta la aerolínea, según recoge The Telegraph, que si no se ha podido solucionar la ubicación de los pasajeros, serán los miembros de la tripulación de cabina los que intenten dentro del avión unir los miembros separados de un grupo o familia.
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