El intento de China de contener el letal coronarirus colocando a ciudades enteras bajo cuarentena es una medida sin precedentes pero parece poco probable que pueda parar la diseminación del patógeno, según han advertido los expertos. El contagioso virus ya se ha extendido por China y allende sus fronteras. China empezó su campaña el jueves, suspendiendo todos los transportes con Wuhan, la ciudad de 11 millones donde emergió en diciembre el coronavirus de la familia del SRAS (Síndrome Respiratorio Severo Agudo). Una cascada de ciudades vecinas se han sumado a este bloqueo de viajes, en un corralito que afecta a cerca de 41 millones --una población casi tan grande como la de Argentina-- en un intento de impedir que aquellos con el patógeno viajen e infecten a otros fuera de esta zona. Sin embargo, con un balance de 26 muertos e infecciones detectadas hasta en Estados Unidos, se teme que las acciones sean demasiado pequeñas y lleguen demasiado tarde.
AFP/efe
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