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Sábado, 17 de diciembre 2022, 14:54
Cada cuatro años tiene lugar un hecho que puede parecer místico y misterioso pero que realmente tiene una explicación científica: el año que todos conocemos con sus 365 días pasa a tener uno más en el calendario. Esta jornada que se suma se la añadimos al segundo mes, febrero, que pasa así a tener 29 días. Pero, ¿por qué pasa esto?
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La razón parece simple pero no lo es tanto. Nuestro planeta no tarda únicamente 365 días en dar una vuelta al Sol sobre su órbita, sino que tarda para ser exactos, 365 días, 5 horas, 48 minutos y 56 segundos más. Es por eso que nacieron los años bisiestos, como ajuste matemático para que salieran las cuentas y no avanzar demasiado en el calendario.
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Se trata de una tradición que proviene de la Antigua Roma. Hace más de 2.000 años, la sociedad romana fue la primera en aportar una solución a este desajuste temporal. Teniendo en cuenta que el tiempo sobrante sumaba casi un cuarto de día al año, se les ocurrió sumar un día adicional cada cuatro.
Los años bisiestos se contabilizan en números pares, por ejemplo, el último ocurrió en el 2020, por lo que el siguiente tendrá lugar en 2024 y así sucesivamente. Los próximos años bisiestos son los siguientes:
2024
2028
2032
2036
2040
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