Cambios en el equipaje de mano a partir de septiembre: todo lo que necesitas saber

Viajar en avión siempre implica una serie de preparativos, y uno de los aspectos más importantes es el equipaje de mano. Este tipo de equipaje, que acompaña al pasajero en la cabina, ha sido objeto de numerosas regulaciones y ajustes a lo largo del tiempo. Las reglas sobre qué se puede llevar y cómo deben transportarse ciertos artículos han variado, especialmente en lo que respecta a los líquidos, un tema que suele generar confusión y molestias entre los viajeros.

Tradicionalmente, el equipaje de mano está sujeto a restricciones de tamaño, peso y contenido, y las aerolíneas tienen políticas específicas que pueden variar entre ellas. Esto significa que los pasajeros deben estar bien informados antes de hacer sus maletas, para evitar sorpresas desagradables en los controles de seguridad o al embarcar. Uno de los aspectos más estrictamente controlados ha sido el transporte de líquidos, aerosoles y geles, que están sujetos a limitaciones muy concretas en términos de cantidad y presentación.

A partir del 1 de septiembre de 2024, entrarán en vigor nuevas regulaciones en la Unión Europea que afectarán directamente a los líquidos en el equipaje de mano. Estas normativas están recogidas en el Reglamento de Seguridad de la Aviación de la UE, y vienen acompañadas de la retirada de los escáneres G3 en los aeropuertos europeos.

Hasta ahora, estos escáneres permitían una mayor flexibilidad en el transporte de líquidos, ya que podían analizar el contenido de las maletas de manera más avanzada, permitiendo a los pasajeros llevar envases de mayor tamaño sin tantas restricciones.

Sin embargo, con la retirada de estos escáneres, los aeropuertos que los utilizaban tendrán que volver a aplicar las restricciones tradicionales: los líquidos, aerosoles y geles deberán estar en envases de no más de 100 ml, y todos estos envases deben colocarse en una bolsa de plástico transparente y resellable que no supere un litro de capacidad. Esta medida afectará a varios aeropuertos importantes en Europa, incluyendo algunos en España como Barajas (Madrid) y El Prat (Barcelona).

El fin de los escáneres G3 no se debe a cuestiones de seguridad, sino a razones técnicas y operativas. La tecnología G3 no ha cumplido con los estándares exigidos por el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), lo que ha llevado a la Comisión Europea a tomar la decisión de retirarlos.

Además, mantener y actualizar estos dispositivos tiene un coste muy elevado, lo que ha generado problemas financieros para los aeropuertos que los implementaron. En su lugar, volverán a las medidas tradicionales mientras se trabaja en mejorar y estandarizar las tecnologías de escaneo de próxima generación.

Aunque este cambio podría aumentar ligeramente los tiempos de espera en los controles de seguridad, la Comisión Europea ha subrayado que se trata de una medida preventiva hasta que se desarrollen sistemas más efectivos y económicos.

Por ahora, no se han introducido cambios en las dimensiones permitidas para el equipaje de mano, que siguen dependiendo de las políticas de cada aerolínea. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) recomienda que el equipaje de mano no supere los 55 x 35 x 20 cm, pero estas medidas pueden variar dependiendo de la aerolínea.

Aunque se espera que en el futuro próximo se establezca una regulación más unificada en toda la Unión Europea, por el momento no existe una ley que determine ni el tamaño ni la forma de este tipo de equipaje, por lo que las aerolíneas tienen vía libre a la hora de exigir tanto las dimensiones como el precio.

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