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Lola Enguídanos es una mente inquieta. «Tengo una cabeza que soy Antonieta 'la Fantástica'», bromea esta mujer de 70 años que fue contable durante toda ... su vida laboral, pero que también ejerció como concejala de Llíria y fue casi una década directiva del equipo de baloncesto que llegó a militar en la ACB. Lo de la literatura es otra afición de siempre. «Cuando trabajaba no podía leer demasiado, había días que salía a las 9 de la mañana de casa y volvía por la noche», recuerda: «Pero en verano, en Cullera, devoraba los libros. Seis u ocho en un mes. A mí no me ha gustado nunca la playa y me quedaba en el apartamento leyendo». Ahora, a sus 70 años, es autora para un selecto grupo: su familia, a la que regala sus novelas en Navidad. Tiene dos hijos y cinco nietos, que pueden proclamar orgullosos en el cole: «Mi abuela es escritora».
Escribir ha escrito mucho. Incluso se apuntó a un taller de escritura, al que asiste online. «A mí es que no me gusta meterme en camisa de once varas. Por ejemplo, para escribir sobre la Policía hay que ser Víctor del Árbol, que trabajó como policía 25 años», explica. Pero ella no. Ella fue contable y luego concejala del PSPV en Llíria: «Dos legislaturas y una en equipo de gobierno, en las delegaciones de igualdad, tercera edad y deportes». Esta última porque le encanta el baloncesto: «Fui directiva once años. Les dije que a Pla de l'Arc vendría a jugar Sabonis y se cumplió».
Pero entonces llegó la enfermedad que le obligó a parar. Un problema de visión doble derivado de la tiroides. Se jubiló antes de tiempo, lo que no quiso decir que parase. Apenas puede leer en papel cuatro páginas, pero ella se inventó una solución: «Escucho los libros, estoy suscrita a la plataforma Audible». Y escribe, porque sabe cómo fijar la vista a la pantalla del ordenador que tiene en el despacho de casa, ese hogar que se haya bien cerca del pabellón Pla de l'Arc.
Tiene sus manuscritos perfectamente ordenados. «Y los registro y todo, que por lo que vale… por lo que pueda pasar», desliza. Aunque ella no aspira a publicar un best-sellers: «Eso para los jóvenes, que estáis en edad de arriesgar». Lola Enguídanos tiene historias en la cabeza: «Otra cosa es saber desarrollarlas, y yo soy una aprendiz. Siempre me han molestado mucho las injusticias». Por ello tiene una obra hilvanada sobre las plantaciones en Estados Unidos.
Y dos novelas que ya ha trasladado al papel. «Hubo un momento en el que estaba harta de regalar calcetines, calcetines, corbatas, colonias… cosas que realmente no se necesitan, o en ese caso prefieres ir a comprarlas a tu gusto», comenta Lola Enguídanos: «Así dentro de unos años tendrán los libros y podrán decir: '¡Mira las novelas que escribía la abuela!'». La primera fue 'Mi amigo Dios'. «Va de una serie de personajes, van pasando cosas y teniendo vivencias, y luego acaba relacionándose todo», explica, para luego desvelar más cosas, algo que no haremos en este reportaje para evitar destripar la historia.
Por si alguno de los agraciados aún no la ha leído. «Decidí encargar 25 ejemplares en una imprenta de aquí de Llíria, con una portada bien sencilla. Mi única pretensión era lo que estoy contando, regalárselo a mis familiares», comenta. Lógicamente, cada libro lleva una dedicatoria especial: «Como es a personas a las que conozco muy bien está muy estudiada». ¿Gustó la iniciativa? Por supuesto. Por eso, en la pasada Navidad vio la luz '¿Qué pasó con Estera?', obra en la que aborda el tema de los niños robados.
«Esa es ya una historia más elaborada», afirma. Pero es que hasta solicitó acceder a un ejemplar en concreto de 'El Caso', el periódico de sucesos que se publicaba en los 70, cuando se desarrolla una parte de los acontecimientos. «Es que ya te digo que yo las cosas las quiero hacer bien o no me pongo. Trato de documentarme a conciencia», apunta.
Lola Enguídanos muestra con una enorme sonrisa el archivador donde tiene perfectamente ordenados sus manuscritos. Los que han visto la luz en forma de humildes ediciones de 25 ediciones y los que no. Los más previsores empezarán a comprar después de verano y no pocos irán a última hora y a la desesperada a los centros comerciales a partir del 20 de diciembre. Lola ya empezó a escribir hace semanas el regalo de la Navidad de 2024.
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