La Comunitat que viene: más envejecida, más poblada y más mestiza

El crecimiento valenciano que prevé el INE se sitúa en el 19% en los próximos 15 años gracias a la llegada de inmigrantes y exige una atención preferente a la población madura: más del 30% superará entonces los 65 años

Lunes, 8 de julio 2024, 00:51

España enfrenta un desafío demográfico significativo, caracterizado por la inversión de la pirámide poblacional y un crecimiento impulsado principalmente por la inmigración. Según las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), la población española alcanzará los 54,6 millones de habitantes en 2074. Pese a ... este aumento poblacional, la sociedad española enfrenta una serie de retos económicos y sociales derivados del envejecimiento, la baja natalidad, la inmigración y la despoblación. La Comunitat Valenciana, en particular, se perfila como una de las regiones con mayor crecimiento poblacional debido a la inmigración, compensando así su saldo vegetativo negativo.

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La inversión de la pirámide poblacional significa que habrá más personas mayores que jóvenes en las próximas décadas, lo que pone una presión considerable sobre los sistemas de pensiones, salud y servicios sociales. En este contexto, las personas mayores jugarán un papel crucial en la sociedad española del futuro. Rafael Puyol, presidente de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) y doctor en geografía, subraya que el envejecimiento de la población no solo representa un reto, sino también una oportunidad para el mercado laboral.

El informe del INE indica que para 2055, el 30,5% de la población española será mayor de 65 años. El doctor Puyol considera este envejecimiento como una «conquista social», pero advierte sobre los desafíos que plantea, tales como la sostenibilidad del sistema de pensiones, el incremento de los gastos sanitarios y el aumento de la dependencia. Sin embargo, ve en las personas mayores un recurso valioso para la economía. «Los mayores están en buenas condiciones físicas y mentales para seguir contribuyendo al mercado laboral. Necesitamos políticas que fomenten la participación activa de los mayores en el trabajo», afirma Puyol y subraya que los mayores se están convirtiendo en un «instrumento básico de mantenimiento del mercado laboral», especialmente en un contexto de escasez de jóvenes.

La inmigración: un pilar fundamental

Otro de los puntos clave que marcará el devenir poblacional de España es la inmigración. Esta se ha convertido en un factor esencial para el crecimiento demográfico del país. El profesor Puyol subraya que «la inmigración es fundamental no solo para la demografía, sino también para la economía española». La Comunitat Valenciana es un claro ejemplo de cómo la inmigración puede impulsar el crecimiento poblacional, compensando un saldo vegetativo negativo. Este flujo migratorio joven ayudará a amortiguar el envejecimiento de la población, aunque también presenta desafíos como la integración en el mercado laboral y la sociedad, y la necesidad de evitar problemas de xenofobia y discriminación.

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La llegada de inmigrantes jóvenes es crucial para equilibrar la pirámide poblacional y sostener el sistema de bienestar social. La inserción laboral de los inmigrantes debe ser una prioridad, garantizando que se aprovechen sus habilidades y se facilite su integración cultural. Además, es importante abordar los prejuicios y estereotipos que pueden obstaculizar la convivencia y la cohesión social. Mientras la Comunitat Valenciana espera un crecimiento poblacional del 19% en los próximos 15 años, otras regiones como Asturias enfrentan una disminución del 4,1%. Asturias se enfrenta a cuatro grandes desafíos demográficos: baja natalidad, alto envejecimiento, escasa inmigración y despoblación. El presidente de UNIR, originario de esta región, explica que esta comunidad está particularmente afectada por estos problemas, especialmente en las áreas montañosas e interiores, donde el envejecimiento es aún más pronunciado.

El contraste entre la Comunidad Valenciana y Asturias ilustra la diversidad de desafíos demográficos dentro de España. Mientras que la región valenciana puede beneficiarse del dinamismo que trae la inmigración, Asturias debe enfrentar una realidad más sombría de despoblación y envejecimiento. Esto subraya la necesidad de políticas regionales específicas que aborden las particularidades de cada comunidad autónoma. Existen claras diferencias entre el norte y el sur de España en términos de evolución demográfica. Según el profesor Puyol, «hay una especie de balance entre las dos regiones: la España septentrional va a evolucionar peor y la meridional va a evolucionar mejor. Ninguna va a tener unos datos extraordinarios, la meridional tendrá una situación algo mejor pero dentro de una España de atonía demográfica». Este análisis subraya que aunque el sur de España, incluyendo la Comunitat Valenciana, experimentará un crecimiento más favorable, el panorama general de España seguirá enfrentando desafíos significativos.

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La frase

«Es fundamental que haya voluntad política para afrontar los desafíos del envejecimiento y la despoblación»

Rafael Puyol

Experto en demografía

La baja natalidad es otro desafío crítico para España. Con un índice de fecundidad de 1,19 hijos por mujer, muy por debajo del nivel de reemplazo generacional de 2,1 hijos, el país enfrenta un envejecimiento acelerado. En la Comunitat Valenciana, la natalidad es insuficiente para sostener la población sin el apoyo de la inmigración. Puyol destaca que «la disminución del número de mujeres en edad fértil y el retraso en la edad para tener el primer hijo agravan esta situación». Según datos del estudio del INE, la población entre 20 y 64 años, que actualmente supone el 60,9% del total, pasaría a representar el 53,7% en 2051.

Por su parte, la despoblación afecta principalmente a las áreas rurales de España. «Gran parte del territorio español está por debajo del umbral de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado, considerado casi un desierto demográfico por la Unión Europea», comenta Puyol. Aunque la Comunitat Valenciana está en una situación relativamente mejor que otras regiones, aún enfrenta desafíos de despoblación en sus áreas rurales. Para enfrentar estos desafíos, el profesor Puyol sugiere una serie de medidas. «Es fundamental que haya una voluntad política decidida para abordar estos problemas», afirma. La política demográfica en España debe ser integral, abarcando la natalidad, la inmigración, el envejecimiento y la despoblación. Puyol también enfatiza la necesidad de una inversión significativa en estas áreas. «Francia y Suecia dedican un 3,6% de su PIB a gastos demográficos, mientras que en España estamos en un modesto 1,3%. Sin un presupuesto suficiente, las medidas demográficas no tendrán éxito».

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En cuanto al mercado laboral, el presidente de UNIR resalta la importancia de seguir fomentando la entrada de las mujeres, aumentar la inmigración y alargar la vida laboral de las personas mayores. «Estas estrategias son esenciales para mantener la viabilidad económica y social de España a largo plazo», concluye. El reto demográfico en España es complejo y multifacético, con implicaciones profundas para la economía y la sociedad. Las proyecciones del INE y las observaciones de Rafael Puyol subrayan la necesidad de una acción concertada y sostenida para enfrentar estos desafíos y asegurar un futuro próspero y sostenible para el país.

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