El éxito de una «cincuentañera»: la farmacéutica 'influencer' más famosa de Valencia

Desde hace tres décadas, Virtudes trata de tú a tú a sus clientes, antes lo hacia solo desde detrás del mostrador y ahora también a través de las redes sociales. Decidió estudiar Farmacia por la admiración que sentía hacia su abuela Matilde a la que define como «una pionera» por haber pertenecido a la primera generación de mujeres farmacéuticas de la historia del país. «Gracias a gente como ella, muchas mujeres nos dedicamos a esta profesión», relata con una mezcla de agradecimiento y emoción. Su marido Antonio también es farmacéutico y hace poco más de dos años decidieron abrir UNE Farmacia, un negocio conjunto en la avenida Francisco Abril Martorell. Para Virtudes, estar tan cerca de un centro clínico como el Hospital La Fe refuerza el perfil sanitario de la farmacia y su vertiente más social en labores como la escucha y atención al paciente así como en el hecho de poder seguir de cerca su tratamiento.

Virtudes es partidaria de la opinión de que los medicamentos reflejan un estado social que trasciende el ámbito de la salud y hoy en día afirma «tristemente» que los grupos de fármacos más comercializados están relacionados con los dolores y la salud mental, sobre todo a partir de la pandemia. Los 'baby-boomers' son la franja poblacional más grande de la historia de España a la que pertenecen más de 14 millones de personas nacidas entre 1957 y 1977, entre los que se encuentra ella misma. Los integrantes de esta generación están al borde de empezar un proceso masivo de jubilaciones con su consecuente impacto sobre el sistema sanitario. Sobre este grupo de edad, Virtudes admite que es muy numeroso y que con su llegada a la vejez requerirá de más medicación, aunque admite que los 'boomers' gozan de un buen estado de salud general.

Entre las publicaciones destacadas que tiene Virtudes en su perfil de Instagram se encuentra la aceptación de una de las mayores preocupaciones biológicas a las que se enfrentan las mujeres de la generación del 'baby boom': la llegada de la menopausia. Sofocos, insomnio, aumentos de peso y sequedad de la piel fueron algunos de los síntomas del calvario que vivió ella misma en primera persona durante dos años hasta que supo aceptar la infertilidad. «No dejo de ser mujer por el hecho de no producir hormonas. No dejo de tener valor por el hecho de no producir hormonas», concluye la farmacéutica que hace dos años se definió como «mujer, 54 años, postmenopáusica, sin filtros y feliz».

Como profesional que palpa la sociedad de manera diaria a golpe de recetas médicas, muestra su preocupación sobre un fenómeno que se ha vuelto una tónica habitual entre los más jóvenes: el exceso de medicación y su prolongación en el tiempo. «Los 'millennials' se medican mucho en asuntos relacionados con la salud mental», avisa la fundadora de El Blog de Pills que lamenta que tengan que hacerlo «por necesidad y a edades cada vez más tempranas».

Los tiempos han cambiado y la modernidad ha traído consigo las redes sociales, unas plataformas en las que Virtudes se mueve como pez en el agua desde que su marido le regaló El Blog de Pills con el fin de divulgar la sanidad hace ocho años. «Nuestros conocimientos se quedaban dentro de la farmacia, pero el blog y las redes nos permitían dar ese salto más allá del espacio físico», comenta Virtudes. Mediante la técnica del 'story-telling', la dueña del portal web modeló a la protagonista a su imagen y semejanza, como una especie de alter ego virtual. Así nació Pills (pastillas en inglés), la farmacéutica que se relacionaba con una serie de personajes en los que cada uno de ellos se correspondía a un tipo de paciente que acudían a la farmacia.

Actualmente esta página está inactiva ya que su administradora supo anticiparse a la decadencia de los blogs al descubrir el verdadero potencial que tenía publicar directamente en redes sociales. Su gran facilidad a la hora de compartir contenidos y la gran cantidad de interacciones que pueden generar los seguidores embelesaron a esta valenciana. Virtudes cree que las los sanitarios deben posicionarse como referentes informativos en redes sociales para «desmentir bulos y aportar contenidos de mejor calidad para la gente».

«Las redes sociales son muy democráticas y tus conocimientos se aprecian sin importar la edad que tengas», aunque la propia farmacéutica admite que muchas veces su presencia en convenciones sobre divulgación sanitaria en Internet impacta a los más jóvenes… Hasta que empieza a hablar. Virtudes opina que la edad, a la hora de tocar temas relacionados con la salud, aporta una experiencia muy positiva a la hora de comunicar «porque genera confianza».

Ahora, Virtudes complementa su jornada laboral con una especie de dedica horas extra que le sirven para contestar a los centenares de comentarios que inundan cada una de sus publicaciones: «Si la gente toma su tiempo en dejarme un comentario, por respeto, no les puedo dejar sin una respuesta», expresa esta sanitaria sobre la gran cantidad de tiempo que le dedica a las redes cada día.