La jubilación del doctor Roca, el adiós al antiguo modelo de medicina rural

Estos sanitarios rurales estaban de guardia 24 horas ya que cualquier vecino podía acudir a su casa para que le viese el doctor si tenía algún problema. «Estábamos de servicio todo el día y por eso te habilitaban una casa. Si te ibas a cenar tenías que dejar en la puerta la dirección del bar dónde estabas para que pudieran encontrarte», explica Roca cómo fue su profesión durante muchos años.

Una entrega y una cercanía con los vecinos de este pueblo de la Safor que se ha convertido en su casa durante casi 40 años. Ahora Antonio realiza la mudanza para dejar esta vivienda municipal que se convertirá en una sede para otros servicios públicos de este municipio de menos de 2.000 habitantes. Pero allí quedan muchos recuerdos e historias, tanto personales como profesionales.

«Cuando llegué en el año 87 la casa estaba muy mal y se tuvo que reformar, mientras se pasaba consulta en la antigua caja rural», rememora este médico que comenzó su carrera en el pequeño pueblo castellonense de Vilar de Canes.

Tras las obras, Antonio se trasladó a la casa del médico y la planta baja se habilitó como consulta que continúa funcionando actualmente. Este profesional de la Sanidad ha ejercido su profesión durante cinco décadas y ha observado como ha ido cambiando el rol de los médicos.

«Antes la gente era más sufrida, cuando venían de urgencia era porque tenían algo realmente grave. Ahora hay mucha más demanda y a veces por tos o una simple escoriación», comenta Roca que en estos últimos meses ha llegado a atender a 53 pacientes en consulta y tres domicilios en un sólo día. «Faltan muchos médicos», lamenta ya que con ese volumen de pacientes es muy complicado dar la atención correcta.

Durante toda su carrera, este médico natural de Burjassot ha vivido muchos momentos curiosos en su ya pueblo adoptivo Beniarjó como presentarse una persona en la consulta con un perro enfermo al no haber veterinario.

Antonio no sólo recibía a los pacientes en su casa si no que también realizaba visitas a domicilio en zonas de urbanizaciones de esta parte de la Safor. Un médico que ha pasado muchas horas en el coche para estar cerca de los enfermos.

Este doctor valenciano, uno de los últimos que ejerce la medicina rural, echará mucho de menos Beniarjó ya que junto a otros trabajadores como administrativos o los farmacéuticos del pueblo se reunía habitualmente para disfrutar del almuerzo. Una costumbre que no quiere perder ya que esta localidad es su casa y donde conoce a casi todos los vecinos.