![Los mayores se suben al Bla Bla Car](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2024/02/02/WhatsApp%20Image%202024-01-29%20at%2013.24.40-RKAmp304yPjsZfGgp3ZIzrJ-1200x840@Las%20Provincias.jpeg)
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Unas horas antes de conversar por teléfono, Berta Navarro había quedado con una chica a eso de las siete de la tarde en el Hospital General de Valencia. Ambas fueron puntuales para subirse al coche de la joven y llegar a las 20 horas a ... Ontinyent, el pueblo de Berta. El trayecto le costó 6,29 euros, revela esta 'adicta' a compartir coche de 69 años. Una adicción bien entendida pues esto era algo impensable para ella hace años. Impensable porque nunca hubiera imaginado que ese trayecto fuera tan cómodo y barato: «Me es dificultoso ceñirme a los horarios del tren, tengo algún garaje en Valencia pero me es más cómodo y económico hacer un viaje compartido antes que meter el coche en la ciudad, sinceramente».
Berta le ha cogido el gusto a viajar con semidesconocidos –no los considera desconocidos como tal porque su perfil en la web está plagado de datos y referencias– tras cuatro años de trayectos realizando «un viaje por semana o cada 15 días a lo mejor». «Tienes que fiarte de la conducción de los demás, también tienen sus familias pienso yo, y deben ser prudentes al volante», comenta aunque, en su caso lo son porque cuenta a este periódico que no ha tenido ningún incidente con conductores en Bla Bla Car, referente en nuestro país con más 8 millones de usuarios, nos revelan.
Berta Navarro probó la plataforma antes de la pandemia y ya no la suelta: «Me dió confianza, es que el coche es directo y te ahorras mucho tiempo. Si fuera a las 17h a la estación de tren llegaría sobre las 19:30h a 'Onti', me sabe mal por Renfe pero tardo mucho». Esta usuaria se abocó a compartir viajes por las flojas comunicaciones de su localidad: «Tenemos solo cuatro trenes al día de vía estrecha, que tardan más y los buses están muy limitados, te dan vueltas por otros pueblos».
Compartir gastos y ahorrar tiempo
Menos de 24 horas antes de charlar con LAS PROVINCIAS, Ignacio Grande, otro usuario experto de Bla Bla Car de 78 años de edad, vio cómo le cancelaban un viaje a Tomelloso, su pueblo. Había varios viajes más disponibles en la plataforma y encontró otro al instante para desplazarse de Alicante a Ciudad Real por unos 20 euros. «Me suele costar entre 20 y 27 euros, a veces 17 incluso, pasaron unas cuatro horas entre que lo contraté y llegué a mi casa porque el viaje dura alrededor de tres», relata Ignacio sobre un trayecto que se sabe de memoria porque tiene a su familia repartida entre Alicante y Tomelloso. Compartir gastos de viaje sale rentable tanto para conductor como pasajeros –Berta e Ignacio, por cierto, siempre han sido pasajeros en el vehículo de otro– en una plataforma habitada a día de hoy por un 52% de hombres y un 48% de mujeres: «Yo lo aconsejo porque es comodísimo en todos los sentidos», cuenta él. «Llevo 4 años usando el Bla Bla Car, empecé porque tenía la necesidad de desplazarme de Alicante a mi pueblo y aquí no tenemos estación de Renfe, eso ya implica que alguien te acerque a la estación de Renfe más cercana y perder más tiempo», relata sobre sus inicios.
De Alicante a Ciudad Real
78 años
De Valencia a Ontiyent
69 años
Le sorprende gratamente la amplia oferta de viajes que hay y la amabilidad de los usuarios con los que se ha topado: «Tengo la suerte, a lo mejor por ser mayor, de que muchos conductores me llevan a la puerta de casa, no les importa desviarse y no te dejan ahí en medio». Precisamente por ser mayor, a pesar de que los viajes en tren «casi nos salen gratis», recuerda, Ignacio valora «el tiempo que pierde el conductor llevando y recogiendo a la gente».
¿De qué se habla en un viaje?
En la Comunitat Valenciana, el 3% de los usuarios de BlaBlaCar son mayores de 60 años, es decir, que del casi millón de personas que usan la app en nuestra región, hay algo más de 27.200 mayores de 60, afirman desde la plataforma. Se está viendo como una media de edad instalada en los 23 años –los estudiantes universitarios abusaban de compartir coche porque suponía un gran ahorro– en sus comienzos allá por 2009 en España, ahora esta media ya supera los 33 años y una tercera parte de sus usuarios tienen más de 35 años, recuerdan.
Quien todavía no haya probado aquello de compartir coche se preguntará cómo es la compañía: si se está en silencio, si se habla del tiempo, de política, etc. «Hay de todo: gente que se sienta y no dispara una palabra, gente más flexible que otra en el punto de recogida o de llegada», expresa Berta Navarro sobre su experiencia. «Creo que hacen una filtración muy buena y puedes leer algo sobre la persona con la que vas a viajar, con referencias personales suyas, no te subes con alguien desconocido como cuando éramos jóvenes que hacíamos autoestop», añade.
Ignacio Grande reconoce que, en sus trayectos «me gusta hablar un poco y enseguida que les hablas te empiezan a preguntar cosas, a lo mejor porque como he vivido tantas cosas…». Agradece las conversaciones con la gente que ha conocido en estos amenos viajes: «Entre que vas hablando vas hablando el viaje se te pasa volando». Recuerda una ocasión en la que viajaba con una chica y recogieron a su novio en medio del camino, ella no se cambió de asiento porque quería seguir hablando con Ignacio. «A mi novio lo tengo ya muy visto», bromeaba ella.
Desconfiar al principio
Es inevitable. Lo desconocido nos impone respeto y nos invita a caer en la desconfianza. Viajar con personas que no conoces no está hecho para todo el mundo y hay todavía mucha gente reacia. Más que comprensible. Ignacio no puede ser más claro y da consejos gracias a su experiencia: «La gente desconfía y hacen bien, hay que hacerlo. Yo aconsejo que no se abone nada a ningún particular, que se haga todo por la plataforma. Una vez un cliente me pidió que le abonara solo un euro a su cuenta, fuera de la aplicación y en un horario muy raro. Al poco, me solicitaban una transferencia de 30.000 euros, desde entonces ponen en los viajes siempre la coletilla de que todo debe pagarse por la plataforma».
Hay que ser cautos también con el lugar de citación o de quedada con el resto de usuarios. «Que desconfíen si los citan en un sitio solitario donde no haya nada cerca, como una fábrica o algo abandonado. Que el punto de encuentro sea un lugar que no esté aislado, que sea una estación, un centro comercial», aconseja. Berta siguió este consejo al pie de la letra y quedó con el conductor de uno de sus viajes en un lugar 'seguro'. Aunque su trayecto más típico sea el citado Valencia-Ontinyent, ella exportó la costumbre de usar el Bla Bla Car a un viaje que realizó recién jubilada a Cáceres.
Tenía un brazo maltrecho y no podía conducir pero tenía muchas ganas de visitar un par de museos en Cáceres ciudad. «Yo me hospedaba en Trujillo, en un viaje de jubilados y mi ilusión era ver los museos pero no tenía cómo ir. Era la única del grupo que quería verlos y viajé con una persona que trabajaba allí, casualmente era un guardia de seguridad que trabajaba allí y me llevó. Me dejó en Cáceres, me orientó muy bien y a la vuelta volví también con él a Trujillo». Berta relata el tremendo ahorro que le supuso hacer aquel viaje con el guardia: «Calculé el precio del taxi y era carísimo mientras que el viaje me salió por solo 10 euros y vi otros ofertados por 4 euros».
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