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Una mañana de ejercicio en el jardín del Turia junto a PotiPilates. Damian Torres
El movimiento que cura: pilates para 'seniors' o cómo devolverte años de vida

El movimiento que cura: pilates para 'seniors' o cómo devolverte años de vida

La historia de una comunidad de mujeres que quedan para practicar su pasatiempo favorito en el jardín del Turia: asesoradas por una experta, se cuidan entre ellas, se divierten y además fortalecen la amistad y el compañerismo

Marta Donat

Valencia

Lunes, 1 de julio 2024

En un rincón del río Turia, se reúnen por la mañana un grupo de mujeres con ganas de ponerse en forma como principal prioridad. ¿Cómo? Practicando su pasatiempo favorito, el pilates, asesoradas por una experta. Pero apenas transcurridos unos minutos, la reunión deriva hacia algo distinto, algo mejor y más completo. Ese espacio se convierte en un lugar donde cuidarse, socializar y llevarte nuevas amigas a casa. Los pájaros canturrean, los rayos de sol despiertan la ciudad y ellas se descalzan para empezar su día haciendo ejercicio. «El pilates te da media vida», confiesa una de ellas, Consuelo Vidal, de 72 años. Esta alumna ha asistido a estas clases durante casi 10 años y no ha faltado ni un día desde que comenzó el año. Su amiga, Rosa Sáez, de 65 años, es su fiel compañera. Tres días a la semana pasan juntas su mañana en el pulmón de Valencia.

Estas dos 'boomers' (que desde luego no lo parecen) están encantadas con este deporte: «Me gusta, el grupo es ideal y la profesora más», destaca Rosa. El pilates adaptado a su edad combina técnicas de gimnasia, ballet y yoga, creando una serie de movimientos que fortalecen la mente y el cuerpo. Desde que comenzaron han notado muchos cambios y prueba de ello es que sigan volviendo. «Me ha transformado mucho mentalmente y también la postura corporal», explica Consuelo. Sin embargo, lo mejor de todo es el momento del café, que comparten después de cada clase. El grupo es una parte esencial de esta experiencia; les motiva a venir y les hace comunidad. En definitiva, el pilates «es muy completo y ellas, además de compañeras, son amigas», relata Rosa.

«Es una actividad para todo el mundo: se adapta a ti, tú no tienes que adaptarte a ella». Así se explica Poti Soriano, su profesora, creadora de Potipilates, quien recalca que existen muchos niveles en esta disciplina, pudiendo enfocarse bien a la rehabilitación o a la cura de lesiones o bien a la mejora de la condición física. Además, «sus beneficios son infinitos, aportando fuerza, equilibrio, flexibilidad y coordinación», recalca. Es una actividad que mejora la salud de los mayores, «porque fortalece los huesos, las articulaciones y la postura aumentando la movilidad y la agilidad». De hecho, esto es lo que le cuentan sus alumnas a Poti: «Mis amigas me dicen que me ven diferente, que qué hago, porque me ven más fuerte».

Clase de Potipilates en el río Turia, en Valencia. Damian Torres
Imagen principal - Clase de Potipilates en el río Turia, en Valencia.
Imagen secundaria 1 - Clase de Potipilates en el río Turia, en Valencia.
Imagen secundaria 2 - Clase de Potipilates en el río Turia, en Valencia.

La profesora fue alumna en su día y ella también vive los beneficios del pilates en primera mano. En su anterior vida, fue periodista pero decidió dejarlo todo por esta acividad que le había conquistado. Ella siempre había sido muy deportista, pero con el pilates lo que sintió fue un flechazo. No se lo pensó demasiado y empezó a formarse mientras trabajaba. En 2010, se lanzó a dar clases en el río. «Hace 14 años nadie venía por aquí a entrenar», recuerda Poti, que cuando viajaba por el mundo y veía que en el resto de Europa, en ciudades como Londres por ejemplo, con peor clima que en Valencia, la gente sí hacía ejercicio al aire libre: supo entonces que esa práctica debía instaurarse en Valencia. En la capital verde.

La comunidad que arrancó con cuatro personas se ha transformado con el paso del tiempo en una especie de club social. «He montado un grupo de mujeres que se llevan fenomenal entre ellas, que ha trascendido y ahora son un grupo de amigas», explica. Y añade: «Salen, cenan, viajan, se divierten…». Uno o dos findes de semana al año, se reúnen en los inaugurados 'findes pilateros' que organiza Poti en La Casa de los Moyas, un alojamiento rural en la localidad turolense de Orba, que se vuelve el escenario perfecto para relajarse, hacer pilates, talleres de todo tipo y reconectar con uno mismo.

Poti ofrece clases todos los días de la semana; también de su plataforma online para disfrutar los beneficios del pilates «donde quieras y a cualquier edad». Ella ha tenido la suerte de que su afición es ahora su profesión y está «muy satisfecha de haber hecho este cambio en mi vida», cuenta. Y prosigue: «Me ha hecho crecer y seguir con la mente activa». «Lo que más le gusta de su profesión es ver que la gente se encuentra bien porque ha comprobado que el movimiento cura, tanto física como mentalmente», concluye.

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