Jubilados pero activos: el ejemplo de leyendas del Valencia que renuncian a la vida sedentaria

¿Quién no ha soñado con ser futbolista desde pequeño? Crecer con un balón entre los pies, marcar un gol en Mestalla con la camiseta del Valencia y que todo el estadio coree tu nombre. Me atrevería a decir que a la gran mayoría le hubiese gustado cumplir este sueño; sin embargo, no todos pueden vivir esta realidad. Muchos se quedan atrás, a las puertas del primer equipo; otros simplemente no tienen el nivel o acaban en otras ligas. E incluso, a veces, los que terminan llegando no disfrutan de muchos minutos o partidos. Al final, como dice el dicho, lo difícil no es llegar, sino mantenerse, estar tantos años en un mismo club o en diversos equipos practicando un fútbol de élite y siempre dando la talla. Esa es la diferencia entre un buen futbolista y un jugador dispuesto a convertirse en leyenda.

El Valencia, por suerte, tiene grandes nombres, grandes jugadores que han podido enfundarse una de las camisetas más históricas de España y representarla en sus épocas doradas. Sin embargo, todo tiene un principio y un final. Llega el momento de decir adiós a lo que ha sido tu vida durante los últimos quince años, de dejar atrás a compañeros y amigos del día a día, de poner fin a tu carrera profesional y colgar las botas… o no. Hoy en día, muchas de esas leyendas e íconos valencianistas siguen practicando este deporte porque, para ellos, el fútbol es una pasión para toda la vida.

Este es el caso de Fernando Giner, Javier Subirats, Juan Sánchez y Luis Milla. Ellos son solo unos pocos de los muchos que se reúnen a través de la Asociación de Futbolistas del Valencia para rememorar épocas pasadas y practicar su deporte favorito.

«Jugar al fútbol es lo más bonito que hay. Te recuerda la época en la que tú jugabas, todas esas rutinas que había antes de jugar: las botas, los vendajes, la ropa… todo esto te recuerda esa etapa», dice Javier Subirats cada vez que se enfunda la camiseta del Valencia y disputa un partido. El excentrocampista estuvo toda su carrera deportiva con los de Mestalla, desde 1977 hasta 1990, coincidiendo con otro mito como Mario Alberto Kempes. Porque el Valencia siempre ha sido el cuarto equipo más grande de España y pese a que no pase por su mejor momento actualmente, el volver a vestir su camiseta aunque sea puntualmente, es una sensación que pocas personas en el mundo pueden llegar a describir y Fernando Giner también lo sabe.

«Eso no ha cambiado. Vestir la camiseta del Valencia CF ha sido, es y será un orgullo, un motivo de felicidad y de responsabilidad», explica. «No veas la ilusión que te da cuando vas por los pueblos jugando y representando al Valencia CF, cómo niños y mayores se acercan, te piden fotos, autógrafos… Es una pasada y te hace mucha ilusión». En lo que muchos acaban acordando, es que el cuerpo no es el mismo que en la época de profesional, entonces los esfuerzos de los partidos, no pueden hacerlos a la misma intensidad, sino que hay que cuidarse y dosificarse, más si cabe, que cuando uno en estaba en la élite y Luis Milla, es uno de aquellos que ellos intenta aplicar esto.

«Bueno, creo, que en mi caso me gusta jugar mucho, y bueno, yo, hace diez años, pues podía hacer dos o tres partidos, y ahora, tengo que medir mucho las fuerzas y el recorrido, las apariciones en el juego. Además, de intentar que ese rato que estoy con antiguos excompañeros pues disfrutar, pero siempre sabiendo que tienes que estar preparado porque te haces mayor» decía el jugador cada vez que tiene una oportunidad de jugar al fútbol. Milla jugó los últimos cuatro años de su carrera deportiva con el Valencia, donde su retirada fue inmejorable, ya que consiguió ganar la Copa del Rey de la temporada 2000/2001.

Otra de las cosas que más valoran, es que tras haber dejado la etapa de profesional atrás, las cosas las acaban disfrutando más desde la tranquilidad, de no tener críticas de la prensa, de la presión de un estadio jaleándote o pitándote dependiendo si vas ganando o perdiendo, y Juan Sánchez sabe de sobra esto porque formó parte de uno de los mejores Valencia de la historia que ganó el famoso doblete de Liga y UEFA.

«Te lo tomas con más tranquilidad todo, porque no tiene nada que ver, evidentemente no tienes esa presión de jugar ante gente, esa presión de antes de salir al campo, puedes comer lo que te apetezca de antes de los partidos, incluso, horas antes del encuentro y siempre juegas más relajado que cuando es un partido oficial, pero sigues disfrutando y eso viene bien cuando te haces mayor. Nosotros en nuestra época teníamos mucha presión, y ahora al final tienes una edad e notas esa tranquilidad cuando vas a jugar el partido, e incluso cuando ganas o pierdes, porque o tienes la repercusión de antes».

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