Okinawa en Japón, Icaria en Grecia, Cerdeña en Italia, Nicoya en Costa Rica, Loma Linda en California... Zonas azules. Así se denominan los núcleos geográficos ... que presentan poblaciones con una longevidad excepcionalmente alta. Y ninguno de ellos se encuentra en las grandes ciudades, sino en pequeños núcleos rurales o comunidades reducidas y cerradas donde hay un mayor contacto con la naturaleza, querencia por los guisos caseros, apoyo mutuo o servicios sanitarios más personalizados.
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Si buscamos ese concepto en la Comunitat Valenciana, el mayor pico en la provincia de Valencia lo anota Sempere, el pueblo con el mayor índice de longevidad de la provincia, sólo superado por Palanques en Castellón, según estadísticas autonómicas. Este concepto demográfico relaciona la proporción de mayores de 85 años sobre el conjunto de más de 65.
En Sempere, ese índice fue del 85% en 2022. Como sucede en el pueblo de la Vall d'Albaida, presentan valores altos muchos pueblos vaciados por el éxodo rural: Benifato, Castellfort, Villores, Zorita del Maestrazgo o Villanueva de Viver entre otros. Allí el índice de longevidad ronda o supera el 70%, registros muy alejados de las ciudades más pobladas de la Comunitat, donde oscila entre el 48% de Alicante y el 53 de Castellón.
En un pueblo tan pequeño como Sempere, la longevidad ha sido impulsada al alza por una familia: los Ortolá Vidal, con cuatro hermanos de los que ya sólo vive Remigio, de 86 años y desde hace poco el más mayor de la localidad. «Mis dos hermanos murieron el año pasado con 97 y 95 años», lamenta el hombre al que encontramos podando sus olivos junto a un camino de acceso al pueblo.
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Sempere, junto al río Albaida y al embalse de Bellús ha llegado a tener 100 habitantes, pero hoy sólo hay 32 empadronados, según fuentes municipales. Tradicionalmente ha sido un pueblo de agricultores de la vid para vino y uva de mesa. «Yo estoy estupendamente. Salvo una operación de corazón, todo en orden», confirma Remigio, cuya esposa de 80 también habita en el municipio.
El hoy jubilado se crió jugando en las calles del pueblo, con la bicicleta como medio esencial y entre largas caminatas de juventud de hasta 14 kilómetros para ir a la feria de Xàtiva con amigos. No fumó ni bebió «más allá del culito de vino» y se ha alimentado con productos próximos y guisos caseros: hortalizas, pimientos, aceite de oliva... «Mucho arroz caldoso con pencas o bajocas y mucha fruta. La naranja me la tomo hasta con pan», describre. Remigio pasó muchos años trabajando en una fábrica de bolsas, con movimientos constantes y poco sedentarismo.
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En Sempere ya sólo quedan cuatro matrimonios y no hay niños, pero se da ese componente de apoyo mutuo tan crucial para una vejez saludable, un cuidado colectivo que ha aumentado más si cabe desde que Ramón, un vecino, murió asesinado en su casa hace poco menos de un año. «Somos todos para todos», resume otra vecina de 77 años que ensalza «el sol, la brisa suave que llega del embalse o los paseos que solemos dar» como otras grandezas de Sempere en pro de la longevidad. «Salvo por lo del susto de Ramón, aquí no se conoce el estrés», valora. «La sencillez del pueblo me da la vida. En Valencia o Madrid no sé si habría vivido tantos años», reflexiona Remigio.
Patricia Lea es una octogenaria que ha elegido Sempere convencida de que es el mejor lugar para su vejez. Trabajó en banca, llegó a España hace 30 años y, desde hace 15, el pueblo menos habitado de Valencia es su hogar. «No me gustaba Inglaterra para vivir. Aquí hay buenos alimentos, el aire es fresco, hay paz, cariño y comodidades a pesar de que no quedan comercios», describe la mujer. Su secreto de longevidad tras superar un un cáncer son «el ejercicio diario, los paseos con mis perros George y Dhugal o los 30 minutos diarios de yoga». Y comer «poco, sólo lo necesario, con moderación».
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Si bien Sempere se ha vaciado de locales (ni banco, ni horno, ni bar, ni farmacia), municipios más poblados como Benisuera o Alfarrasí están muy cerca. Además, conserva un pequeño consultorio donde cada jueves una médico rural se preocupa de la salud de los vecinos con un trato muy personalizado. Además, la mancomunidad de la Vall d'Albaida brinda a los mayores de Sempere un amplio catálogo de servicios con cita telefónica: de veterinaria, peluquería, limpieza, compra a domicilio, fisioterapia, podología o piscología.
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