Cataluña obliga a usar mascarilla incluso cuando existe distancia social

Los ciudadanos en Cataluña deberán llevar mascarilla en espacios públicos, tanto en el interior como en el exterior y aunque se pueda respetar la distancia de seguridad, a partir de mañana jueves, con el objetivo de evitar nuevos rebrotes de coronavirus como el que está afectando al Segrià (Lleida).

Así lo ha anunciado en sede parlamentaria el presidente de la Generalitat, Quim Torra, que ha dado por hecho que el comité del Plan de Protección Civil de Cataluña (Procicat) aprobará esta medida en la reunión que celebrará este miércoles.

Ayer, la consellera de Salud, Alba Vergés, propuso el uso obligatorio de mascarillas siempre, dentro y fuera y aunque se mantengan las distancias, para combatir el relajamiento de parte de la población y evitar la propagación de la pandemia.

 La Generalitat tras debatir la propuesta de que el uso de la mascarilla sea obligatorio en Cataluña en todas partes y en cualquier circunstancia, establece la obligatoriedad ya que su intención es reforzar la presencia de este equipo de protección en la calle. «La voluntad es que sea siempre obligatorio, más allá de la distancia entre personas. El 'cómo' y en 'qué situaciones' se resolverá en esta reunión», adelantó ayer la portavoz del Govern, Meritxell Budó. Ahora es obligatorio su uso en espacios cerrados y al aire libre si no se puede garantizar la distancia mínima exigida.

El Govern ya decretó la obligatoriedad en Lleida, como consecuencia del confinamiento, pero ahora la Consejería de Salud quiere que esta decisión se generalice a toda Cataluña. «En el ámbito de las mascarillas hay que ir más allá. La obligación que hemos aplicado en Lleida estamos preparados para ampliarla a todo el país», aseguró ayer la consejera de Salud, Alba Vergés, en Rac-1.

«En momentos complejos, con lo que está pasando en el mundo, con los brotes que iremos teniendo, hay que interiorizar esta medida y creemos que tiene que pasar por toda Cataluña», indicó. «Empieza a haber mucha más movilidad y para disminuir los riesgos creo que es importante tomar esta medida», señaló.

La obligatoriedad sólo tendrá algunas excepciones: el ámbito privado en el domicilio, cuando la gente haga deporte y en la playa. Para que sea obligatorio, Salud contempla que la medida vaya acompañada de un régimen sancionador para quienes la incumplan.

El Govern decidió el sábado pasado dar un paso atrás en la fase de nueva normalidad y ha confinado la comarca del Segrià, en Lleida, y no descarta tener que adoptar esta medida en otras zonas. En solo una semana, se ha duplicado el número de brotes, de siete a catorce, aunque desde la Generalitat aclaran que están todos controlados e identificados. Eso sí, la transmisión es ya comunitaria. Y si bien los primeros casos se detectaron en empresas agroalimentarias, ya se han registrado los primeros positivos en colonias de verano, en Tarréga (Lleida).

«Cuando aumentan los casos, aumenta la probabilidad de casos graves», según Vergés. «Se confina cuando tenemos todos los datos. Trabajamos las decisiones, no puede ser antes ni más tarde. Cuando vemos que crecen los casos, debemos actuar», dijo Vergés, negando que el Govern haya actuado tarde, como insinuó el director del centro de coordinación de alertas del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón. De hecho, Vergés quiso dejar claro a Simón que una vez pasado el estado de alarma y la desescalada, la situación en Cataluña es solamente competencia del Govern. «Ni tenemos por qué hablarlo con ellos», aseveró Vergés.

 «Lo hemos hecho (el confinamiento) cuando ha sido el momento oportuno. Hemos tomado la decisión cuando debía tomarse. Sorprende que el Gobierno nos diga que vamos tarde en la toma de la decisión. Sería cómico si no es porque la situación es muy grave», defendió, por su parte, Budó.