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R. C.
MADRID.
Domingo, 14 de octubre 2018, 23:29
'Leslie' entró ayer en España desde Portugal con una intensidad bastante menor de la anunciada. Mutó de huracán a ciclón o tormenta tropical, con fuertes vientos y lluvias que provocaron cortes de luz en la provincia de Zamora, caídas de árboles en Cáceres, y escasas incidencias en el resto del país. Su fuerza fue mucho menor que a su llegada horas antes al país vecino, donde las rachas de viento alcanzaron los 176 kilómetros por hora y dejó 27 heridos leves, así como cortes de luz y cientos de árboles caídos.
Pese a todo, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene para hoy el nivel de aviso naranja (riesgo importante) por las lluvias o tormentas previstas en Aragón, Navarra, Cataluña y Baleares. Antes de llegar al Mediterráneo, las mayores rachas de viento provocadas por 'Leslie', que recorre la península ibérica de oeste a este, se registraron en la provincia de Zamora, con los 96 kilómetros por hora que se alcanzaron de madrugada en Fuentesaúco, al sureste de la provincia.
Más información en pág. 16: Los últimos coletazos del huracán dejan 70 litros en Castellón.
El suceso más importante se produjo sobre las cuatro de la mañana, tras caer un cable de la red eléctrica, lo que dejó casi dos horas sin suministro a 390 clientes, entre hogares y empresas, del término zamorano de Guarrate.
También en Zamora, en el municipio de Toro, donde este fin de semana se celebran las fiestas de la vendimia, parte de los puestos del mercado medieval organizado con motivo de los festejos fueron retirados de forma preventiva ante la amenaza del fuerte viento. Antes, en su paso por Extremadura provocó caídas de ramas, árboles y balsas de agua, sin que se registraran daños personales.
La peor parte se la llevó Portugal. Cerca de 325.000 personas sin electricidad, 27 heridos leves, 61 desalojados y cientos de árboles caídos fueron los principales estragos que dejó la tormenta en el país. Protección Civil registró casi 1.900 incidentes durante la noche del sábado y la madrugada del domingo, la mayor parte (unas 1.200) por caídas de árboles, a las que se sumaron inundaciones y desplomes de estructuras. Un total de 61 personas tuvieron que ser desalojadas de sus casas por daños en las viviendas o caídas de árboles, aunque la mayoría pudo regresar. También se produjeron accidentes de tráfico y daños en «innumerables coches» que estaban aparcados en la vía pública, así como cortes de carreteras.
Además, en la localidad de Mealhada, en el distrito de Aveiro, la final del campeonato europeo femenino de hockey sobre patines, entre Portugal y España, tuvo que ser interrumpida a dos minutos del final, ya que una parte de la cubierta del centro deportivo voló por los aires y cayeron fragmentos de materiales sobre la pista.
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