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EFE
Martes, 21 de julio 2020, 21:08
Un equipo de la Universitat de Valencia, liderado por el profesor Antonio Camacho, experto en ecología funcional de humedales y cambio climático, participa en un proyecto financiado con dos millones de euros para poner en valor el papel de los humedales como sumideros de carbono y reductores de las cantidades de gases efecto invernadero (GEI) en la atmósfera.
El equipo de la Universitat será el responsable de la medición de los procesos del ciclo del carbono, del seguimiento científico y la redacción de los protocolos de gestión en diez zonas piloto de España, entre ellas, la Albufera valenciana, la Marjal Pego-Oliva o el Prat de Cabanes.
En un contexto en el que queda poco tiempo para lograr los objetivos de reducción de las emisiones mundiales de carbono –al menos un 45% antes de 2030– y limitar así el calentamiento global a un nivel por debajo de los 2 °C, los humedales constituyen una solución natural añadida para contribuir a la consecución de ese vital objetivo, han informado fuentes universitarias.
Además de su papel como sumideros de grandes cantidades de carbono, los humedales tienen un gran valor ecológico. No sólo por la gran biodiversidad de especies que acogen, sino, entre otros múltiples servicios ecosistémicos, por su función limpiando el agua, que después alimenta otros ecosistemas y rellena los acuíferos subterráneos. Estos resultan esenciales en el entorno mediterráneo, teniendo en cuenta la escasez de agua y sequías que afectan de forma crónica a la Península Ibérica.
El Acuerdo de París sobre el clima reconoce la función que desempeñan los humedales al limitar la cantidad de carbono presente en la atmósfera. Sin embargo, los humedales están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques.
El proyecto LIFE Wetlands4Climate (W4C), recientemente aprobado por la Comisión Europea, validará una metodología para cuantificar los intercambios de GEI, y servirá al objetivo de políticas climáticas de Uso de la Tierra, Cambio de Uso de la Tierra y Silvicultura (LULUCF por sus siglas en inglés), generando datos sobre el secuestro de carbono en humedales que servirán, entre otros, al Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).
Mediante el desarrollo de medidas de gestión para la conservación en 10 humedales piloto, distribuidos por la Península Ibérica a fin de ser representativos, se diseñará un protocolo experimental que evalúe en detalle las características y condiciones iniciales de cada uno de estos humedales para poder definir así las mejores acciones de manejo, incluyendo acciones de gestión de suelo, agua, y vegetación, y se elegirá aquellas que, potencialmente, puedan tener un mayor efecto sobre el ciclo del carbono y, en consecuencia, sobre la capacidad de los humedales para secuestrar carbono.
Este proyecto abre la puerta a que los humedales mediterráneos, costeros o de interior, se comporten como sumideros de carbono a través de medidas de gestión específicas alineadas con intereses conservacionistas, y propone mecanismos para que la iniciativa privada se sume de manera voluntaria multiplicando el beneficio conservacionista y climático.
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