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REDACCIÓN
Viernes, 11 de febrero 2022, 20:21
Existe una serie de errores comunes a la hora de cambiar de marcha en el coche y de embragar que pueden deteriorar dos elementos cuya reparación puede ser muy costosa. Acelerar demasiado mientras soltamos el pedal del embrague o cambiar de marchas sin pisar a fondo el pedal, provcando que estas se rasquen, son costumbres que pueden terminar saliendo muy caras. Por ello, esta es una lista de cinco errores habituales que se deben evitar:
Las manos deben ir siempre en el volante y solo soltarlas al realizar el cambio de marchas. En cuanto ya hayamos cambiado de marcha, dejar la mano sobre la palanca hace que se desgaste tanto el mecanismo que transmite el movimiento de la palanca a la caja de cambios como dentro de la propia caja de cambios. Esto es especialmente acusado en los coches que tienen el selector del cambio muy alto y del que 'colgamos' el brazo. Estropear la timonería del cambio a veces no es muy caro, basta con cambiar unos cables, pero también es fácil tener que reparar la propia transmisión, una factura de más de 1.000 euros por la mala costumbre de llevar la mano descansando sobre la palanca
Una costumbre habitual es la de dejar el pie izquierdo apoyado sobre el embrague en lugar de hacerlo sobre el reposapié. Aunque de la sensación de que no pisamos el pedal, el pie tiene cierto peso y lo estamos presionando ligeramente sin querer, lo cual aumenta el desgaste del mecanismo de accionamiento del embrague y también del disco. Además esta costumbre también hace que a veces pueda funcionar mal el control de crucero y desactivarlo sin querer al detectar presión sobre el pedal del embrague.
La marcha atrás requiere de un piñón adicional para invertir el sentido de rotación de las ruedas y esto complica su mecanismo. El más grave es que a veces, por las prisas, no esperamos a que el coche se detenga por completo para meter la marcha atrás, lo cual hace que la marcha rasque. Otras veces, también por las prisas, hacemos que rasque porque no damos tiempo suficiente a que los piñones dejen de girar tras haber pisado el pedal del embrague. Para meter la marcha atrás correctamente debemos haber detenido por completo el coche, pisamos el pedal del embrague y esperamos un par de segundos antes de intentar meter la marcha, de ese modo evitamos los rasconazos.
Cuando esperamos en un semáforo, muchos conductores dejan el embrague pisado a fondo con el objetivo de salir lo más rápido posible y no ponen punto muerto. Esto provoca mucho desgaste del mecanismo de accionamiento del embrague y, además, conlleva otros peligros. Si en ese momento algo nos sorprende o, por ejemplo, nos dan un golpe por detrás, instintivamente vamos a soltar el pedal del embrague y el coche se pondrá en movimiento, con el riesgo que ello conlleva. También un calambre o simplemente que nos resbale el pie puede provocar una situación peligrosa. Además, en los coches modernos con Start & Stop, esta mala costumbre hace que el sistema funcione de manera incorrecta. Lo correcto es poner punto muerto y soltar el pedal del embrague en las detenciones.
Esta costumbre puede destrozar el embrague en apenas unos segundos. Si no nos queremos mover, lo correcto es estar en punto muerto y con el freno pisado. Sujetar el peso del coche en una rampa a base de hacer patinar el embrague acorta drásticamente la duración del mismo. Un embrague completamente nuevo podemos dejarlo inutilizado en menos de dos minutos haciendo esta estupidez.
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