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El pasado sábado 11 de noviembre, la tienda de Zara ubicada en la Calle Don Juan de Austria de Valencia vivió una experiencia inusual debido a un fallo en la electricidad que provocó que la tienda permaneciese a oscuras durante más de cinco horas. Concretamente, desde las 17 horas de la tarde hasta las 22h de la noche, coincidiendo con la hora de cierre del local.
El apagón ocurrió en plena jornada de compras, cuando varios clientes se encontraban dentro del establecimiento. A pesar del inconveniente, la actividad comercial continuó, aunque de manera muy distinta a la habitual. Los clientes que se encontraban en el interior de la tienda pudieron terminar sus compras gracias a la iluminación de las luces de emergencia del local y el uso de unos datáfonos de tecnología más antigua que no requerían conexión eléctrica y permitían el cobro de las prendas.
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A pesar de las circunstancias y de que el personal de seguridad advirtiera de que únicamente se podían comprar las prendas que llevasen alarma negra y no se pudieran realizar devoluciones ni cambios, los clientes continuaban entrando a la tienda de dos en dos, formando una larga cola en la calle que llamaba la atención de todos los vecinos que paseaban por la zona.
«¿Hay algún famoso?», preguntaban algunos curiosos mientras se asomaban por el escaparate. La decisión de mantener la tienda abierta resultó ser todo un éxito y al día siguiente todo volvía a la normalidad, dejando la experiencia como una anécdota más tanto para los clientes como el personal de Zara, que al preguntarles por lo sucedido, no podían evitar reírse.
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