En qué contenedor hay que tirar los bolígrafos para cumplir con el reciclaje

Un simple bolígrafo no es tarea sencilla para tenerlo en cuenta a la hora de reciclar. Lo sencillo que son de utilizar y la tarea complicada que conlleva su reciclaje. Sus diferentes componentes provocan que después no se pueda tirar a un único contenedor o que a la hora de hacerlo haya que llevar a cabo un trayecto hasta un punto limpio o ecoparque. Un simple boli está hecho de acero, plástico y metal, aunque siempre existirá una solución más ecológica.

Un boli de los de toda la vida, con su tapa, su tinta y la punta que a veces falla y a veces va. Sumados a la ola de concienciación de separar los residuos por tipo para después tirarlos a su correspondiente contenedor, ante un elemento como es el boli existe el riesgo de depositarlo en el lugar menos indicado u óptimo para su posterior reciclaje. Sí, se pueden reutilizar, en algunos modelos se puede cambiar la tinta y se siguen utilizando, pero para tirar a la basura indicada los bolis más comunes hay que prestar atención en una serie de cuestiones.

Al contenedor amarillo, de envases, no se pueden tirar porque no todo es plástico. Lo mejor, según apuntan desde Ecoembes, es que los bolis se depositaran en un punto limpio o ecoparque dada su unión de varios elementos tan diferentes como el plástico y el metal, junto con la tinta, en un artículo de dimensiones tan reducidas. Al acudir a un punto limpio se aseguraría el usuario de que el boli se recicla en las condiciones óptimas y que cada elemento se deposita en el lugar que indique el técnico que allí se encuentra.

Ecoembes también apunta que se podría tirar, en su defecto, al contenedor de resto, el de color gris.