La crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus ha traído innumerables novedades a nuestra vida cotidiana, pero también la aparición de neologismos que alumbran nuevas expresiones de lo que está por venir. Es el caso de los 'coronababies' utilizado estos días para etiquetar a los recién nacidos que han llegado al mundo en plena pandemia, pero también para todos aquellos que lo harán en los próximos nueve meses después de la etapa total del confinamiento. Y es que como en toda gran crisis, siempre hay quien tiende a avisar de que el aislamiento puede acabar haciendo estragos en las maternidades de los hospitales, el próximo invierno. Un baby boom de manual que, sin embargo, no está tan cercano como podría parecer y cuya relación con las crisis nunca ha quedado suficientemente acreditada.
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El concepto de baby boom se utiliza históricamente para hablar del crecimiento de natalidad repentino que se produce tras un período de guerra, sin embargo, con la desaparición de los conflictos bélicos, se aplicó a los repuntes de nacimientos que se iban produciendo nueve meses después de crisis económicas o sociales. Y la del Covid-19 es la de mayores dimensiones que se recuerdan en todos los aspectos, con el aliciente de que las parejas se mantienen confinadas juntas en casa y lo harán al menos durante unas semanas más. ¿Significa esto que habrá un cononaby boom a partir de las próximas navidades? ¿Nacerán en 2021 los coronaboomers?
A priori las posibilidades de engendrar parecen mayores, puesto que las parejas pasan más tiempo juntas y sin más ocio que el que se genera en casa. Sin embargo, los abogados de familia valencianos temen una avalancha de peticiones de divorcio una vez los juzgados vuelvan a ponerse en marcha.
«Puede que aumente la natalidad en un futuro por la situación que estamos viviendo, pero dudo que sea por la crisis actual», asegura Gabriel Pozuelo, psicólogo y coaching experto en trastornos adultos. «Generalmente se han vivido situaciones de baby boom en las crisis, pero siempre y cuando la situación se ha resuelto de manera satisfactoria», no por la crisis en sí, explica. Es decir, en una situación traumática como la que estamos viviendo, la posibilidad de que haya una explosión de nacimientos en unos meses sólo sería posible si en un estado anímico positivo. «Si vemos que hemos salido de ésta. Emocionalmente si superamos la crisis podríamos estar menor y aumentar la natalidad», explica. Sin embargo, la explosión de natalidad es poco probable. «No creo que se produzca porque los niveles de ansiedad y estrés en la población son altos por la situación de riesgo», alerta el experto. «Además, hay mucha preocupación económica que genera un estrés inmediato. Muchos de mis pacientes han pospuesto sus planes de vida hasta ver cómo se soluciona la crisis o simplemente, hasta que el desenlace avance». Volveremos a salir a la calle, a recuperarnos emocionalmente y seguro que a seguir aumentando de manera lenta la natalidad. «Pero será más bien en el futuro y no como causa del confinamiento», asegura el psicólogo.
Y es que no hay encierro en pareja que pueda superar a la incertidumbre económica a la que se enfrenta la sociedad estos días, sin horizonte claro para poner punto y final a la pandemia. Ni siquiera una fecha en la que poder retomar la actividad económica al completo. Así que el confinamiento, lejos de suponer un impulso en la natalidad podría acabar siendo otro frenazo en la ya de por sí baja tasa.
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Según la última encuesta de fecundidad del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicada el año pasado, las españolas tienen menos hijos de los que desearían por motivos económicos y laborales. Casi ocho de cada 10 mujeres de 25 a 29 años (el 79,2%) aún no ha tenido hijos, según los datos. Este porcentaje se eleva al 88,1% para todas las mujeres de entre 18 y 30 años. Por su parte, más de la mitad de las mujeres de 30 a 34 años (el 52,0%) no ha tenido aún hijos. El porcentaje de mujeres que aún no ha sido madre se reduce al 27,8% en las que tienen de 35 a 39 años y al 19,0% en las de 40 años y más.
Tener una estabilidad económica se torna fundamental a la hora de tener un hijo. En general, y a cualquier edad, lo que más valoran las mujeres de un puesto de trabajo es que tenga unas buenas condiciones económicas. Sin embargo, las medidas de conciliación familiar y el horario pasan de ser aspectos poco valorados por las mujeres sin hijos, a ser los más importantes para las mujeres que sí los tienen. Esto sucede a todas las edades, superando el 38,0% para las menores de 40 años. De ahí que en esta crisis sanitaria, el coronababy boom sea poco probable con los datos que está dejando el desempleo y la caída de las afiliaciones a la seguridad social.
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De hecho, según la encuesta, entre las mujeres sin hijos hay mayor variedad de motivos para no tener la intención de tenerlos en un futuro próximo. Entre todos ellos destacan las razones económicas, laborales o de conciliación de la vida familiar y laboral, no tener pareja o no ser ésta la adecuada y no querer ser madre para las mujeres de entre 30 y 44 años.
Así que parece que la crisis del Covid-19 no servirá para mejorar los peores datos de natalidad en dos décadas (en 2018, con las últimas cifras publicadas sólo nacieron en España 372.777 bebés). Los 'coronaboomers' tendrán que esperar.
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