T. Villena
Jueves, 2 de marzo 2023, 12:57
La nueva cucaracha que ha aparecido en la Comunitat es especialmente llamativa por su característico color rojizo oxidado, que las diferencia a simple vista de las nativas que encontramos en la Península. Esta especie exótica, que es originaria de Asia Central y científicamente se denomina Shelfordella lateralis, ha sido detectada en Xàtiva y convive con la cucaracha americana, que ya se avistó en Almería en el año 2017 y en Barcelona tres años después.
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Como cualquier plaga de este tipo, combatirla es fundamental porque su presencia puede poner en riesgo la salud de las personas, llegando a transmitir diferentes tipos de gastroenteritis, disentería o salmonelosis mediante el transporte de los microorganismos causantes en sus patas y cuerpo. De esta forma, a su paso son capaces de contaminar los utensilios o superficies utilizadas para la preparación de comida, o incluso los propios alimentos.
Al igual que la especie americana, la cucaracha de Turquestán es un insecto callejero que suele encontrarse en climas cálidos y algo secos. Lo habitual es que la mayor parte del tiempo habiten en la calle y no se adentren en hogares, aunque sí pueden construir colonias en un jardín o alrededores. Por eso las cucarachas de Turquestán suelen infectar cajas eléctricas que puedan estar abiertas y otro tipo de huecos como grietas de hormigón o en plantas de macetas.
Acuden a la luz y por eso pueden colarse en una casa través de una rendija o ventana abierta, siguiendo una fuente lumínica en el interior dle hogar. Además, también pueden adentrarse buscando humedad y comida cuando no encuentran lo suficiente en el entorno exterior. Además de lo que puedan encontrar en la basura, se alimentan de todo lo que provenga de plantas o animales y por eso suelen encontrarse entre el cartón y papel.
Además de su color rojizo, las hembras tienne alas cortas con marcas blancas pero no son capaces de volar. Los machos, que son más anaranjados y delgado, sí pueden hacerlo y sus alas son amarillentas y más largas.
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Lo que hace especialmente difícil deshacerse de esta plaga es su velocidad de reproducción, ya que una sola puede dar a luz hasta a 14 a la vez y un total 350 cucarachas durante su vida, algo poco habitual incluso en estos insectos. Alcanzan muy rápido la edad de reproducción y pueden vivir hasta más de un año y medio.
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