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Coronavirus | Las palabras más usadas durante la pandemia

El diccionario de la pandemia

Las voces y expresiones que llevan desde febrero del 2020 colonizando nuestras conversaciones

jORGE aLACID

Domingo, 21 de febrero 2021, 19:30

Como ocurre con tantos acontecimientos históricos, resulta difícil fijar la fecha exacta en que el coronavirus entró en nuestras vidas. Hoy sabemos que desde diciembre del 2019 ya circulaba por China; a Europa llegó en un incierto momento del año siguiente, aunque puede concluirse que al menos para los valencianos el partido de fútbol disputado el 19 de febrero del 2020 en Milán, entre el club de Mestalla y el Atalanta de Bérgamo, marca una cierta frontera. Por la convivencia entre la afición valencianista y la bergamasca, ciudad por donde el Covid ingresó en Europa, circunstancia que entonces se conocía poco y mal: así entró el contagio en España, vía Valencia, donde también se registró el primer fallecimiento, diagnosticado tardíamente. A este barullo de fechas marcadas en negro en el particular calendario colectivo del año pasado se añade con el paso del tiempo un arsenal de términos y expresiones adosados a la pandemia, voz que también se ha hecho popular entre nosotros. Lo que sigue es un recuento de entradas que forman un diccionario asociado al virus. No están todas las que son pero sí son todas las que están.

En primer lugar, un aviso. Ya en abril, la RAE registró cómo estas palabras vinculadas al coronavirus empezaban a colonizar su buscador digital. Apuntaba hacia voces hoy generalizadas incluso en el habla coloquial: no sólo pandemia, sino cuarentena, confinar, triaje… «Los términos relacionados con la crisis del Covid que generan más visitas», aseguraba la docta casa, «indican una tendencia informativa clara: la gente quiere saber los significados que acompañan a esta nueva realidad». «Pero también registran que existe un anhelo de palabras de aliento o que ofrezcan seguridad», añadía la RAE: «Junto a confinado, morgue o moratoria, nos encontramos palabras como inocuo, solidaridad, esperanza, altruismo o resistir». Un batiburrillo terminológico que elevó el tráfico de la web académica y que deparó hallazgos con toda la pinta de mantenerse en el tiempo: como anota la RAE, términos como ERTE (así, en mayúsculas, se sugiere escribir expediente de regulación temporal de empleo) disponen de entrada propia en el Diccionario del español jurídico. La pregunta surge natural: qué destino les espera a las que aquí se seleccionan a continuación.

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Un virus con nombres propios

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    Ghebreyesus, Tedros Adhanom. De la OMS, siglas de la Organización Mundial de la Salud, se ignoraba casi todo hasta hace un año. Hoy sabemos que la dirige un mandatario etíope, quien se permitió bromear sobre el impacto del virus cuando enseñaba la patita y luego se tuvo que tragar su propio sarcasmo. Don Tedros Adhanom Ghebreyesus, que así se llama el caballero, fue puesto ahí por el Gobierno chino para dicha de los adictos a las conspiraciones, quienes sospechan que en Pekín se oculta una mano negra que justifica este largo año de desgracias.

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    Illa, Salvador. Ministro en fuga, señalado por su mejorable gestión de la pandemia, que se bajó del caballo en mitad del río para regresar a Cataluña, donde acaba de encabezar la candidatura socialista a la Generalitat con resultados desconcertantes: ganó en votos pero tiene más bien lejana la opción de formar gobierno. Un desconocido en la política nacional, que llegó a la cartera de Sanidad de rebote encarnando la cuota catalana del equipo de Pedro Sánchez, cuyo nombre estará para siempre asociado a la imagen de un país enlutecido.

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    Simón, Fernando. Funcionario sanitario cuyas erráticas comparecencias ante la prensa, a ración casi diaria, así como sus fallidos augurios han enterrado la aureola de prestigio que le distinguía antes de convertirse en una celebridad. Tentado de transformarse en una caricatura de sí mismo, una vez que ha construido un personaje para el masivo consumo popular, ha envejecido tan mal como su mensaje, pródigo en contradicciones que poco ayudan a combatir el virus. Su propensión inicial hacia la pedagogía quedó eclipsada por una sobrexposición pública que fue podando de miembros, a velocidad vertiginosa, la nómina de aquel club de fans de que llegó a disfrutar.

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