Cuánto dinero cobra un preso por estar en la cárcel en España en 2024: salario medio y retribuciones

Aunque a primera vista la vida de un preso y la de una persona en libertad pueden parecer completamente distintas, la realidad es que ambas comparten ciertas rutinas que las conectan. Una de estas rutinas es el trabajo remunerado. Al igual que cualquier ciudadano, muchos reclusos en España se levantan cada día para realizar un trabajo que les proporciona una pequeña fuente de ingresos. Sin embargo, las condiciones y las retribuciones por este trabajo en el entorno penitenciario son diferentes a las del exterior.

El trabajo dentro de la prisión no solo ofrece una vía para que los internos ocupen su tiempo de manera productiva, sino que puede ser valorado positivamente en las evaluaciones de buena conducta y, en algunos casos, contribuir a la obtención de beneficios penitenciarios. Pero, ¿cuánto puede cobrar un preso en España?

Según datos de Instituciones Penitenciarias, de los 55.000 presos que residen en las cárceles españolas en 2024, aproximadamente un 20% participa en algún tipo de trabajo remunerado. Estas actividades van desde la producción en talleres internos, como lavanderías y panaderías, hasta empleos para empresas externas a través de contratos gestionados por el Organismo Autónomo de Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo (OATPFE). A pesar de las diferencias con los trabajos realizados en libertad, la estructura es muy similar: hay horarios, tareas asignadas, y al final del mes, una retribución económica.

En este contexto, el salario que un preso puede percibir por su trabajo varía según el tipo de actividad y las horas dedicadas. Este año, la remuneración media oscila entre los 3,24 y 5,68 euros por hora, lo que se traduce en un ingreso mensual de entre 200 y 300 euros. Aunque estas cantidades están muy por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), tienen un valor significativo dentro del contexto penitenciario, por lo que hay mucha más demanda que oferta en estos puestos.

La posibilidad de tener un empleo dentro de la cárcel es muy valorada, no solo porque les permite ganar dinero, sino porque es vista como una vía hacia la reintegración social. Trabajar demuestra su disposición a reinsertarse en la sociedad, lo que puede influir positivamente en las evaluaciones para obtener beneficios penitenciarios, como una reducción en la condena.

Además, trabajar en prisión permite a los internos adquirir o mantener habilidades laborales, lo que puede facilitar su reinserción en el mercado laboral una vez que salgan en libertad. A pesar de ello, son múltiples las críticas que surgen sobre el uso de esta mano de obra barata por parte de algunas empresas, que se benefician de las condiciones salariales reducidas sin las obligaciones que tendrían con trabajadores en libertad, como las cotizaciones a la Seguridad Social.

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