Trabajar toda la vida para obtener ahorros y acumular suficiente riqueza con la que disfrutar de algunos privilegios y caprichos es el objetivo de la gran mayoría de las personas. Olvidarse de las preocupaciones económicas mensuales y alcanzar el colchón suficiente para tener una casa y un coche.
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De ahí que en más de una ocasión la delimitación de la riqueza se convierta en tema de análisis y debate recurrente. En este sentido, un estudio de Knight Frank y recogido por Boomberg arroja luz sobre la riqueza necesaria para formar parte del exclusivo grupo del 1% más rico en España -y de varios países del mundo-. Un umbral al que pocos tienen acceso a pesar de cobrar miles de euros de forman mensual.
El informe de riqueza 2024 plantea un escenario global donde las fortunas no solo se expanden, sino que también reflejan la disparidad económica por países.
En el caso de España, a la pregunta de cuánto patrimonio hace falta para estar entre los privilegiados de la población, las estadísticas que recaba Knight Frank lo cifran en 2,4 millones de euros unos (2,5 millones de dólares). Un umbral bastante bajo si se tienen en cuenta los de otros países del entorno.
El tope de la élite lo marca Mónaco, una sociedad elitista cuyo umbral lo marcan los 11,8 millones de euros para ser parte del 1% más rico, seguido por Luxemburgo y Suiza, con 9,9 y 7,8 millones de euros, respectivamente. Por su parte, en Estados Unidos se requiere una fortuna de aproximadamente 5,3 millones de euros para ingresar a este selecto círculo, reflejando un incremento de casi el 15% en comparación con el año anterior.
En el contexto europeo, naciones como Suecia e Irlanda establecen la barrera en los 4,3 y 3,9 millones de euros, con Francia, Alemania y el Reino Unido que registran 3,2, 3,4 y 4,3 millones, respectivamente, para ingresar en este exclusivo club.
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Mirando hacia Asia, Singapur se posiciona como el país con el requisito más elevado, demandando 4,8 millones de dólares para estar entre las grandes fortunas. Hong Kong y Japón establecen cifras menores, mientras que en Oceanía, Australia requiere de un patrimonio de 4, millones.
Cabe recordar que el patrimonio neto o riqueza neta se compone de todos los activos que tenemos menos los pasivos. Es decir, para calcular nuestro patrimonio habría que sumar el valor de todas nuestras propiedades, inversiones y posiciones financieras y restarle el de las deudas (hipotecas, créditos, impuestos pendientes de pago...). El resultado sería nuestro patrimonio neto.
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