REDACCIÓN
Sábado, 14 de septiembre 2019, 00:32
Llegar de noche a su vivienda y al abrir la puerta de la habitación encontrar a una persona desconocida durmiendo plácidamente no debe ser plato de buen gusto. Ese fue el hallazgo de una mujer canadiense al entrar a su domicilio. Todo parecía tranquilo, nada hacia presagiar que en su interior se encontraba un hombre que no conocía haciendo uso de su misma cama. La policía fue la encargada de despertar al hombre e imponerle una multa de 500 dólares ante la falta de «una buena razón» que justificara el error.
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Los hechos ocurrieron en la localidad canadiense de Wakefield. Una mujer llegó a su vivienda y se encontró en su cama a un varón durmiendo tranquilamente. La mujer, atónita, no pudo más que llamar a la policía para que se personara ante la posibilidad de que la persona en cuestión fuera peligrosa, más que nada por tratarse de un desconocido.
Cuando los agentes llegaron al domicilio tuvieron que despertar de su tranquilo sueño al hombre que dormía. Al abrir lo ojos el varón se percató de la situación e intentó explicar que se había equivocado de vivienda, pensaba que era la suya. La policía después averiguó que el hombre había estado bebiendo en un bar y que pensó que esa vivienda en la que se encontraba era la suya, aunque resultó ser que la localidad en la que residía el varón se encuentra a 18 kilómetros al norte de la que decidió quedarse a dormir.
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