El domingo pasado, el 8 de enero de 2023, va a quedar grabado en la memoria colectiva como el día más negro de la violencia ... de género en la reciente historia de España. Cuatro asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas en menos de 24 horas en cuatro provincias diferentes y distantes del país.
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Es la mayor concentración de crímenes machistas que se recuerda en una sola jornada y también el peor comienzo de año en más de quince, solo superado por los seis homicidios de género vividos en los primeros once días de 2006.
De hecho, en el último mes, por desgracia, se han batido en España todos los récord de esta lacra desde que hay un registro oficial (2003), pues diciembre de 2022, con doce crímenes, ya fue el peor mes en las dos décadas de serie histórica certificada. A día de hoy, con dieciséis asesinadas en 35 días, entre el 4 de diciembre y el 8 de enero, se ha alcanzado una cifra antes nunca vista y sin duda se vive la peor ola de homicidios de género del siglo, como lo corrobora la situación de alarma nacional confirmada por los ministerios de Igualdad, Interior y Justicia, por el Poder Judicial y por la Fiscalía.
El asesinato en Marbella a manos de su expareja de una colombiana de 46 años, en paradero desconocido desde primeras horas del domingo y cuyo cadáver fue localizado flotando en una playa sin cabeza ni manos sobre las cinco de la tarde, se suma al de una española de 24 años muerta en Piedrabuena (Ciudad Real), a la que su pareja apuñaló en su domicilio sobre las tres de la mañana del 8 de enero; al de la mujer de 46 años tiroteada por su marido unas horas después, en Puerto de Santamaría (Cádiz); y al de la otra maltratada, también de 46 años, apuñalada por su exmarido sobre las 23:00 horas del domingo en Santa Cruz de Tenerife.
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Tres de los cuatro homicidas ya habían sido denunciados como maltratadores, siguiendo la alarmante proporción de diciembre pasado, cuando dos de cada tres autores de los crímenes contaban con antecedentes, porcentaje que triplica las cifras de año anteriores y que delata que hay fallos en el sistema de protección a las maltratadas españolas. La víctima de Marbella tenía una orden de protección, el homicida de Cádiz ya había sido denunciado por una pareja anterior y la asesinada de Santa Cruz de Tenerife había denunciado a quien luego fue su verdugo, pero después no había ratificado la acusación contra él.
Las cuatro asesinadas el domingo pasado por sus parejas o exparejas dejan huérfanos al menos a seis niños y adolescentes, todos ellos menores de edad, y a varios hijos de más de 18 años.
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