

Secciones
Servicios
Destacamos
C. P. S.
Viernes, 21 de marzo 2025, 12:11
UTAMED ha lanzado su primer episodio del podcast 'Mirando a los ojos de las empresas', un nuevo espacio de conversación donde líderes del ámbito político, empresarial y académico compartirán sus experiencias y conocimientos sobre el mundo de la empresa y la gestión. Para inaugurar esta iniciativa, el invitado ha sido Albert Rivera, exlíder de Ciudadanos, abogado y empresario, quien ha abordado temas como la diferencia entre su etapa política y su actual labor en el sector privado, la percepción del empresario en España, la importancia de la comunicación y el papel de la tecnocracia en la democracia.
A lo largo de la entrevista, Rivera ha compartido reflexiones sobre los retos de la política y la empresa, la importancia de la oratoria y su visión sobre el futuro de Europa en el contexto global.
• ¿Qué le ha gustado más, la política o la empresa?
Albert Rivera: Es como preguntarme si quiero más a mi padre o a mi madre. Ambas facetas me han aportado mucho. Servir a mi país es de lo mejor que he hecho, pero también disfruto el mundo empresarial, donde asesoro compañías y aplico mi experiencia en gestión.
• ¿Qué es más difícil?
Ambas lo son, pero la política conlleva una presión extrema. En el sector privado, la evaluación viene de clientes y socios, pero en política estás bajo el escrutinio de toda la sociedad. La presión que soporta un alcalde de una ciudad media es mayor que la de un CEO de una gran multinacional.
• ¿Cree que el empresario está maltratado en España?
No es un cliché, es una realidad. En España, el empresario no está bien valorado. Como presidente de un club empresarial, veo la importancia de reivindicar su papel. Son los que crean empleo, sostienen el sistema y arriesgan su patrimonio. Sin embargo, socialmente no se les reconoce como se debería.
• En otros países, como EE.UU., hay empresarios en el poder. ¿Podría pasar en España?
No diría que es imposible, pero sí muy difícil. Aquí, la figura del empresario no tiene el mismo reconocimiento. En los últimos 20 años, casi ningún ministro o presidente ha tenido experiencia empresarial. Necesitamos más líderes con mentalidad emprendedora para entender mejor las necesidades de autónomos y empresas.
• ¿Es más importante la oratoria que el propio contenido?
No es más importante, pero sí es fundamental. La forma sin fondo se pierde: si tienes una gran oratoria pero careces de valores y conocimientos, eres un charlatán. Y al revés, si tienes contenido pero no sabes comunicarlo, no puedes inspirar a nadie. Es como un caramelo y su envoltorio: el packaging importa, pero lo esencial es lo que hay dentro.
• ¿Se pone nervioso al hablar en público?
Aunque pueda sorprender, soy tímido. Me siento muy cómodo en un auditorio o en un medio de comunicación, pero a veces me pongo más nervioso en grupos pequeños o en situaciones embarazosas. La seguridad en la oratoria se puede trabajar con técnicas concretas, algo que también enseñamos en UTAMED.
• ¿Le cuesta más hablar en poco tiempo que en discursos largos?
Sí, y le pasa a muchos. Como decía Churchill, es más fácil hablar dos horas que diez minutos. En discursos largos puedes extenderte, pero en debates o intervenciones breves, como las preguntas al presidente en el Parlamento, hay que ser conciso y directo. Es un reto apasionante.
• ¿Cree en la tecnocracia?
Creo en la combinación de tecnocracia y democracia. La democracia es imperfecta, pero sigue siendo el mejor sistema. Sin embargo, en un mundo cambiante, necesitamos mecanismos tecnocráticos para mejorar la gestión y hacer reformas ágiles. Un ejemplo es la comisión creada en EE.UU. con Elon Musk para evaluar la administración. Es una idea interesante que podríamos aplicar.
• ¿Está la universidad todavía de espaldas a la empresa?
Bastante. Aunque hay excepciones y algunas universidades están haciendo un buen trabajo, todavía muchas, especialmente las públicas, han vivido de espaldas al mundo empresarial. La empleabilidad no siempre se mide como un parámetro clave, y en algunos casos parece haber hasta alergia a la colaboración con empresas. Es un error enorme, porque universidad y empresa forman parte del mismo camino.
Si estudias, claro que lo haces por aprender y disfrutar, pero también porque quieres conseguir un empleo o generar empleo. Universidades que colaboran con empresas y crean grados y posgrados enfocados en la empleabilidad están acertando. No se me ocurre otro camino: crear universidades de espaldas a la empresa en el siglo XXI me parece una mala idea.
• ¿Nos vas a enseñar a ser buenos líderes?
Bueno, eso son palabras mayores. Lo que sí puedo hacer es enseñar a los alumnos cuáles son las habilidades que caracterizan a un líder: capacidad de tomar decisiones, visión estratégica, gestión de equipos, saber delegar, supervisar y ser un ejemplo para el grupo.
No lo haré solo, tengo un equipo de profesores de primer nivel: ex políticos, CEOs, directivos y expertos en recursos humanos. Lo más valioso es que cada uno compartirá sus experiencias reales, sus aciertos y errores. Les contaremos a los alumnos todo aquello que no está en los libros, lo que solo la experiencia te enseña. El objetivo es que cada estudiante construya su propio liderazgo con nuestras herramientas.
• ¿Está dirigido a un perfil concreto de alumno?
No, aspiramos a un alumnado diverso. Tenemos profesores de distintos sectores: público, privado, institucional. Así que aquí puede formarse desde un profesional hasta un emprendedor, un asesor o alguien que aspire a un cargo público. Todos pueden aprender de los líderes que formarán parte de este programa y desarrollar sus habilidades para el futuro.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.