Generación ESIC: el futuro de la educación se da cita en Valencia

El Palau de les Arts Reina Sofía acogió una jornada distinta el pasado viernes, al convertirse en el punto de encuentro de más de 1300 jóvenes valencianos en busca de su vocación universitaria. Era el regreso de GENERACIÓN ESIC, el evento que se ha ganado un lugar en el calendario como una cita ineludible para el estudiantado preuniversitario y que este año colgó el cartel de 'sold out', con un aforo que roza su máxima capacidad.

Reconocido por su calidad y su enfoque único como el 'Mejor Evento de Conferencias de España y Portugal' en los premios Eventoplus 2023, GENERACIÓN ESIC se postula no solo como una feria más, sino como un encuentro clave para todos aquellos que se encuentran ante el dilema de qué estudiar y hacia dónde dirigir su futuro profesional.

Agustín Carrilero, director del campus de ESIC, desgrana con claridad la misión del evento: brindar una guía práctica y realista para los estudiantes que están a punto de tomar una decisión crucial sobre su educación superior. «Nuestro fin es que los jóvenes conozcan de cerca las carreras y profesiones que podrían elegir, viendo más allá de los folletos y las páginas web de las universidades», declaró Carrilero.«Queremos que cada asistente salga con una idea más clara de su camino profesional», añadió Ángel Garrigós, director de marketing de ESIC.

En GENERACIÓN ESIC, los estudiantes tienen la oportunidad de descubrir su futuro académico y profesional a través de experiencias reales y consejos prácticos, ofrecidos por profesionales y expertos que ya han recorrido el camino que ellos están a punto de comenzar.

La elección de socios y patrocinadores no es un asunto menor en la organización de un evento de la envergadura de GENERACIÓN ESIC. Ángel Garrigós enfatiza que se busca una sintonía específica: «Seleccionamos marcas que comparten nuestra sensibilidad hacia el marketing y que conectan con los intereses de los jóvenes». Es un tándem estratégico que busca enriquecer la experiencia de cada asistente y demostrar que el marketing es más que teoría; es acción y reacción, emoción y experiencia.

La colaboración con entidades como Grefusa, Red Bull, Fourvenues, Damel Group, Mercedes-Benz Valdisa, Singularu, Realme y aguas de Benassal trasciende lo convencional. No se trata solo de exponer logotipos en pancartas, sino de crear un ambiente donde la diversión y el aprendizaje se entrelazan. «Es un win-win en toda regla», asegura Garrigós. «Las marcas encuentran un público entusiasta y los estudiantes se sumergen en una tarde llena de contenidos que van más allá del aula».

Esta alianza entre ESIC y las marcas colaboradoras garantiza que más de 1300 estudiantes no solo reciban información, sino que también vivan una experiencia que podría definir el rumbo de sus futuras carreras.

En la encrucijada entre la educación y el emprendimiento, encontramos a Javier Alonso, CEO de Wasting Time, quien comparte un relato que es tanto una reflexión personal como una lección de negocio. «La colaboración con ESIC es un reflejo de nuestro compromiso con los jóvenes y su futuro», comentó Alonso. Con la edad media de su equipo rondando los 23 años, Wasting Time no solo habla de oportunidades; las crea y las multiplica. «Empezar en la universidad y continuar con nosotros es una trayectoria que muchos han seguido, y este evento es la plataforma perfecta para que los estudiantes descubran su potencial», afirmó.

«Usad vuestro tiempo en la universidad para experimentar, para descubrir qué os gusta y qué no. Atreveos a probar», aconsejó Alonso a los asistentes. Estas palabras no son solo consejos; son la llave para desbloquear un futuro que muchos aún no llegan a atisbar.

El impacto de Generación ESIC se magnifica cuando antiguos alumnos como los presentadores del evento, que una vez estuvieron en la misma situación que los asistentes, ahora lideran el día compartiendo sus historias de éxito y superación. «Ver a estos jóvenes tomar el testigo y contribuir a la jornada es una de las mayores satisfacciones», comenta Carolina Enguix, Responsable de Marketing de Grado ESIC Comunidad Valenciana.

Generación ESIC no solo destaca por ofrecer orientación, sino por propiciar un entorno donde los estudiantes pueden interactuar directamente con profesionales y líderes de empresas que alguna vez estuvieron en su lugar, preguntándose qué camino tomar. Es este ciclo de aprendizaje y retroalimentación el que define la esencia del evento y promete seguir inspirando a las futuras generaciones.

El espíritu emprendedor y la pasión por el servicio son las claves del éxito que José Morales, Director de Comunicación y RRPP de The Champions Burger, transmitió en su ponencia. «Empezamos con una idea simple, cuatro amigos y un sueño», compartió Morales, y desde allí, su empresa ha escalado hasta ser reconocida como la mejor en su sector en Europa. Su historia es un testimonio de que la ambición y el trabajo duro pueden llevar a resultados extraordinarios.

Diego Esteban y José Esteban, los hermanos valencianos detrás de la hamburguesería Jenkins, narraron cómo superaron las expectativas y crearon una marca que se ha convertido en sinónimo de calidad y creatividad. «La pandemia nos forzó a innovar y adaptarnos, y fue esa capacidad de adaptación lo que nos permitió crecer», explicó.

Sus relatos van más allá de los logros empresariales; son narrativas de transformación personal y profesional que conectaron con un público joven que se encuentra en la encrucijada de tomar decisiones vitales para su futuro. Ambos hermanos instaron a los estudiantes a perseguir sus pasiones, a no temer al cambio y a considerar cada obstáculo como una oportunidad para aprender y evolucionar.

Paula López tomó el escenario como Communication Manager de Damel Group, además de como antigua alumna de ESIC. Desde su posición, López ofreció a los estudiantes una perspectiva fresca sobre cómo la educación puede ser el primer paso hacia una carrera gratificante. «El tiempo en ESIC es más que estudios; es el inicio de una aventura profesional», aseguró Paula. Invitó a los jóvenes a recoger los frutos de su aprendizaje con la misma alegría con que uno elige su golosina favorita, subrayando que el trabajo duro puede ser también tremendamente satisfactorio.

El turno de ponencias terminaba con Giuseppe Di Bella, de Netflix. Con una carrera que muchos podrían envidiar, Giuseppe desmitificó su rol: «No es todo glamour y focos; hay mucho trabajo detrás de cada título que disfrutáis en vuestras pantalla». Como abogado especializado en propiedad intelectual y derechos musicales, subraya la importancia de los detalles legales que permiten que la magia del cine y la televisión llegue a nuestras casas.

Su camino, desde raíces sicilianas hasta las oficinas de Netflix en Madrid, es un relato de autodescubrimiento y de la búsqueda de una pasión que trasciende fronteras y géneros. «Lo que estudias y cada experiencia que vives te equipan para el futuro», afirmó Giuseppe, instando a los jóvenes a ser curiosos, a explorar y a no temer cambiar de rumbo cuando sea necesario. Su mensaje es claro: con esfuerzo, dedicación y una pizca de valentía, el guión de la vida profesional de cada uno puede alcanzar giros inesperados y finales felices.

La jornada culminó con los presentadores, antiguos alumnos de ESIC, quienes encapsularon el evento en una reflexión sobre la gratitud. «Ser agradecido transforma», afirmaron, destacando cómo el reconocimiento de cada esfuerzo, desde la iluminación hasta la asistencia, teje la trama de eventos tan enriquecedores como GENERACIÓN ESIC. Su mensaje final es un llamado a valorar y agradecer a todos los que, en bastidores y en primer plano, hacen posible este tipo de encuentros. «Gracias a todos, desde el equipo técnico hasta cada estudiante aquí presente, por construir juntos esta experiencia inolvidable», declararon.

La jornada cerró con una explosión de creatividad y energía. De pronto, el escenario del auditorio se llenó de vida con una troupe de bailarines que parecían traídos directamente desde el futuro. Figuras altas y esbeltas, envueltas en luces que danzaban al son de la música, se movían entre la multitud, mientras esferas brillantes, que recordaban a discotecas voladoras, flotaban por el aire. La música, un ritmo contagioso que invitaba a dejar los asientos, marcó el inicio de una hora loca que nadie esperaba pero todos disfrutaron.

La fiesta continuó en la terraza del Palau de les Arts, transformada para la ocasión en un oasis de diversión y sabor. Un DJ, con su mesa de mezclas, mantenía alto el ánimo, mientras los asistentes hacían fila para probar la mejor hamburguesa de Europa, de la mano de Jenkins. En un rincón, el stand de Damel se convirtió en el punto de encuentro para los amantes de lo dulce, ofreciendo una variedad de chuches que ponían la guinda a una tarde ya de por sí especial.

Pero no todo era comer y bailar; también hubo espacio para la creatividad y el recuerdo, con un photocall que capturaba sonrisas y varios sorteos que añadieron un toque de emoción. Lo que empezó como una jornada de orientación universitaria, terminó siendo una celebración de la vida, del futuro y de las infinitas posibilidades que esperan a cada joven dispuesto a soñar y a dar el paso hacia su mañana.