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Una persona maneja un canal de WhatsApp, con los alumnos de un aula al fondo. SUR
Cómo sobrevivir en el grupo de WhatsApp de clase

Cómo sobrevivir en el grupo de WhatsApp de clase

Dudas sobre tareas, regalos, cumpleaños… Pero también información tergiversada, saturación, broncas o ataques personales. Abordamos entresijos, luces y sombras de los foros para chatear entre progenitores. Colegios concertados advierten: «Los conflictos en foros de niños acaban en disputas en los de adultos y luego nos llegan padres con 'pantallazos' para que resolvamos». Calma y cuidado antes de 'enviar'

J. A. Marrahí

Lunes, 11 de septiembre 2023, 00:32

Han llegado para quedarse y son ya una nueva realidad virtual que se añade a la mochila paterna del inicio del curso: los grupos escolares de WhatsApp de madres (con mayor frecuencia) y padres (con algo menos de presencia), concebidos como un foro para conocer y abordar los asuntos del grupo de clase del hijo o hija en cuestión.

Puede ser útil, sin duda, pero cuidado: encierra peligros. Hay quien va más allá de lo educativo, quien acaba machacando públicamente a algún niño o 'profe' que cae mal, quien tergiversa la información escolar, genera bulos o lo usa para promocionar sus negocios o intereses personales. Y también alberga encendidos debates sobre regalos a docentes. Saque tiempo de la chistera: habrá noches en las que tendrá que elegir entre su serie favorita o atender los cientos de mensajes escolares (y no tan escolares) que pueden llegar a acumularse.

¿Cómo nacen?

Con rapidez pasmosa. «Media hora después de que se publicaran los listados del grupo de mi hija, ya estaba agregada», cuenta Laura, madre de dos hijas en un colegio de Paterna. Ese creador espontáneo tiene el poder de elegir nombre e icono (a veces también largamente debatido). Ya tenemos el 'big bang': Clase de los Ositos, Grupo Cole 1A o alguno más creativo como 'Malasmadres'. Una bomba de mensajes e invitaciones se suceden y, en poco tiempo, casi tantos miembros como alumnos tiene la clase empiezan a compartir espacio virtual con un sinfín de «bienvenidos», «hola, chicas» o «¿qué tal las vacaciones?».

¿Para qué sirven?

El fenómeno encierra cierto temor a que las charlas, informaciones y circulares que envía el centro no sean suficientes para abarcar todas las decisiones, tareas y vida social que puede generar la clase. Como una necesidad de estar al tanto de todo lo se cueza o de una integración que, quizá, redunde también en la socialización del hijo o la hija. También pesa el convencimiento de disponer de un pequeño botón portátil del pánico para cualquier duda, sea de tareas, excursiones, uniformes… Aquello de 'siempre habrá alguna madre o padre que se haya enterado bien'. Y, por supuesto, para generar debate y decisión sobre el regalo al docente.

Nombramiento, cargos y conflictos

En ocasiones el grupo se dota de cargos internos por aclamación o autoproclamación. Alberto, padre de un niño de 6 años que inicia Primaria, revela que en su grupo escolar de Infantil «una madre se erigió como portavoz». Más tarde, aluvión de mensajes de por medio, «se planteó la posibilidad de un cambio, como una especie de elecciones con nuevos candidatos de cara al curso siguiente». Y al final «derivó en tensión sobre lo que convenía o no y se enrareció el ambiente», desgrana. Decidir entre tantos no es fácil. «Siempre hay dos o tres que suelen llevar la voz cantante por carácter, porque tienen más tiempo libre…», estima Beatriz, madre de dos hijas integrada en uno de estos canales.

Grupos, subgrupos, microgrupos...

A veces del grupo principal brota un racimo de subgrupos. El anterior progenitor, Alberto, revela que en su móvil han convivido el foro principal, el de ocio, y el de 'sólo padres', que también se ha subdivido en el grupo de 'sólo madres'. La división del átomo comunicativo llega también con cumpleaños o fiestas privadas, pero esto requiere un análisis más profundo.

Cumpleaños, un universo aparte

Esos cumpleaños de panecillos, 'ganchitos' y Fanta de naranja con seis amiguitos en la casa de cada cual han pasado a la historia. Los actuales son más sofisticados y multitudinarios, en parte, por el potencial organizativo que da el canal paterno-escolar. Hay quien dota a sus hijos del aniversario que se decide en el grupo. Como el de Roberto, padre de un niño de Infantil cuya comunidad virtual acordó esta norma: «Un cumpleaños cada mes para todos los niños de la clase que cumplen en ese mes, sin más regalo que el que cada padre haga a su hijo y siempre en dos locales con algo de animación o parque de bolas».

Posibilidad dos: el alumno no quiere a todos sus amigos en el 'cumple', sino a algunos más afines, los papás acceden y entonces crean el subgrupo sólo con los progenitores de los alumnos a los que invitarán. Al final todo se sabe, pero da igual. También suele haber cumpleaños dobles (de dos alumnos con fechas próximas de aniversario) «en los que puede haber jaleo paterno si uno invita a colegas de clase que al otro le caen mal», detalla un padre. Dilema. En este punto de roce, toda diplomacia es poca.

Regalos a 'profes', terreno pantanoso

Hay dos momentos al año en los que el canal es un volcán en erupción: el regalo de Navidad y fin de curso del profesor. Aquí suele haber dos sectores: el que aboga por un regalo cursi, muy emotivo o personalizado (desde fines de semana con todos los niños en un hotel hasta objetos con las caras de los estudiantes) y otros más prácticos que optan por la tarjeta regalo. «Hacemos encuestas de WhatsApp para todas las decisiones», revela otra progenitora: la del dinero, si se regala al tutor o a más (caben desde el auxiliar de Infantil hasta el profe de inglés), y el regalo en sí. «Hay quien aboga por poner cinco euros por cabeza hasta quien dice 20, con lo que la cosa suele quedarse en 10».

Se suele alcanzar un presupuesto aproximado de 250 euros que genera unos suculentos regalos a docentes: bicicletas, bolsos de Bimba y Lola, pulseras de Pandora, pañuelos de mujer caros o relojes digitales son algunos ejemplos. Una madre o padre con más tiempo libre suele encargarse de la compra y su acción genera una nueva bomba de mensajes de agradecimiento. «Si 20 han dicho 'gracias' y yo no, a ver si quedo mal...», parece ser el proceso mental.

Descalificaciones y 'preguntones'

«Cuidado con el niño Rubén, que ha mordido a mi hija y a otros nenes». «La profesora de teatro es una antipática». Son dos frases sacadas de foros reales y representan lo que jamás hay que hacer: señalar o desacreditar a alumnos, padres o docentes, comparar o insultar. Tampoco resolver diferencias personales o desacuerdos con el centro iniciando 'cruzadas' personales y haciendo partícipes a todo el foro.

También hay participantes que aprovechan para promocionar su negocio o actividad personal con mensajes del tipo: «Vendo cosas en Wallapop» o «hago tartas para cumpleaños». O aparece la figura del 'preguntón', que acumula «decenas de mensajes e consulta, en especial en el inicio de curso», destaca Beatriz.

Cuidado con el botón de 'enviar'

Como el canal escolar convive entre otros personales puede haber riesgos con el baile de los dedos en la maraña comunicativa. «Sois todas unas perras». Este fue el muy peligroso mensaje que Arturo, padre de dos hijos, lanzó sin querer al grupo de madres y padres de uno de sus hijos. Era un viejo apelativo canalla entre sus colegas, pero erró y se sembró la confusión. En otro foro similar «una madre envió una foto suya subida de tono que al parecer iba para su pareja», menciona otro progenitor.

¿Qué piensan los colegios?

Vicenta Rodríguez es directora de colegio y secretaria autonómica de Escuelas Católicas. Y lanza varias advertencias: «A veces se tergiversa la información escolar porque no es la real». Por ejemplo, «una madre entiende que hay que traer una camiseta de felpa para una actividad y resulta que sólo hace falta una prenda vieja para pintar o manejar arcilla». O la manipulación: «Quien no le interesa el teatro y empieza a machacar a la profesora diciendo que es muy antipática».

A la experta docente le preocupa la dependencia del móvil y el ejemplo: «Vemos una influencia nefasta en el alumnado de padres que no sueltan el aparato». Y lo peor llega «cuando el conflicto de acoso en un grupo de móvil de alumnos se extrapola al de los padres de la clase. Luego se presentan con capturas de pantalla y trasladan a los centros esas tensiones adultas para que resolvamos. Al final, es una faena añadida a los conflictos dentro del centro». El código de conductas de Escuelas Católicas marca que los docentes no participen en grupos de WhatsApp de sus clases, ni con los alumnos ni con padres.

¿Qué valoran profesores y AMPAS?

«No tenemos nada contra estos canales, siempre que no se usen para criticar, difamar o insultar a los docentes». Así lo resume Laureano Bárcena ante el «incremento de denuncias» de este tipo. La Fiscalía «también ha alertado de ello», pues «insultar a un profesor por cualquier medio puede ser delito». Rubén Pacheco es el presidente de la Confederación de AMPAs Gonzalo Anaya. «Lo importante es ceñirse al propósito del grupo, usarlo con mesura y positivamente para cosas importantes y no difundir información privada», valora. Los temas importantes o desacuerdos «se tratan directamente con el centro» y «los padres no podemos convertirnos en 'agendas' de nuestros hijos» con estos foros «pues deben ser autónomos y responsables».

Decálogo del buen uso del canal

Ante la explosión del fenómeno de los canales de padres y madres, el sindicato de profesores ANPE ha elaborado un decálogo del buen uso que resume de manera muy clara los consejos y buenos hábitos por los que abogan centros y docentes. Tomen buena nota.

1. Nunca utilices el grupo para criticar, insultar, o difamar a los docentes, a otros padres y madres o a los propios alumnos/as.

2. Si el grupo comienza a utilizarse de manera inadecuada, no seas cómplice, intenta cortar esa actitud.

3. No agregues a nadie sin consultarle antes, no todos los padres/madres quieren estar en el grupo.

4. Dirige cualquier queja o sugerencia directamente al profesorado, no trates de solucionarlo en el grupo.

5. Utiliza los canales oficiales para comunicarte con el centro.

6. Utiliza el grupo solo para cuestiones que afecten a todos los alumnos/as.

7. Escribe solo información relevante y evita la difusión de videos, fotos o imágenes de docentes, progenitores o alumnos/as.

8. No compares las tareas que llevan tus hijos con las de sus compañeros. Cada alumno tiene un ritmo de aprendizaje diferente.

9. No uses el grupo para convertirte en la agenda diaria de tu hijo/a.

10. Usa el grupo de manera positiva, con respeto y para ayudar

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