![Otro suspenso a la educación online](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202007/14/media/cortadas/alumnos%20a%20la%20puerta-RIrth8pyEKcJVy8j1wVYgMJ-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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manuel garcía
VALENCIA
Martes, 14 de julio 2020
El insuficiente uso de las nuevas tecnologías en las aulas durante los meses y cursos anteriores a la pandemia del Covid-19 ha dejado en evidencia a la educación a distancia cuando ésta ha tenido que ser la prioritaria y única a partir del pasado mes de marzo.
Y es que uno de cada cuatro estudiantes valencianos de 15 años (un 24,1%) no se conectaba nunca a Internet en su centro educativo. El informe, elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), no deja en buen lugar a la Comunitat Valenciana sobre cómo ésta estaba preparada para la situación generada por el Covid-19 y la necesidad de impulsar la enseñanza online para evitar caer en los mismos errores en el futuro. «La debilidad principal no ha sido la falta de equipos digitales, sino la escasa preparación del profesorado y la organización de los centros para enseñar a distancia, obligados por las circunstancias», concluye el estudio.
En este aspecto, la Comunitat se sitúa tanto por debajo de la media española (22,8%) como de la OCDE, donde este porcentaje de alumnos que no usan nunca Internet en las aulas baja hasta el 16,8%.
Los autores del informe señalan que el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) es, en general, escaso en las escuelas españolas, pero las valencianas están incluso por debajo de la media.
En la Comunitat, apenas un 27,3% de los alumnos se conectaba más de una hora al día, tres puntos porcentuales por debajo de la media nacional, fijada en el 30,5%. La Comunitat se sitúa muy lejos de las cifras de Cataluña y el País Vasco, donde el porcentaje de alumnos conectados más de una hora llega al 47,7 y al 43,3% respectivamente. Estas cifras, sin embargo, palidecen ante las de países como Dinamarca o Suecia, donde más del 70% de los alumnos de 15 años se conectaba más de una hora diaria a Internet para realizar tareas educativas según los datos del informe Pisa 2018.
De este modo, y para completar la estadística, cabe apuntar que prácticamente la mitad de los alumnos valencianos objeto de este estudio, el 48,6%, usa Internet en su centro menos de una hora al día.
Este déficit en el uso de Internet en las aulas, remarcan desde el Ivie, se daba «en todo tipo de centros: públicos, concertados o privados y en cualquier entorno socieconómico de las familias de los alumnos: desfavorable, intermedio o favorable. La regla es una escasa experiencia en el uso de las tecnologías en los centros para apoyar la formación».
«No estábamos preparados», afirma Laura Hernández, economista y coautora del informe junto a Francisco Pérez. Pero el problema, según explicó, no es tanto la falta de medios en los centros, como se ha alegado en ocasiones, sino del aprovechamiento que se ha hecho por «falta de convencimiento» de los propios docentes.
El informe del Ivie advierte también de las medidas que se han de tomar de cara a estar preparados para el próximo curso que arrancará en septiembre en el caso de que la presencialidad no fuera posible al producirse un retroceso en la evolución de la enfermedad.
En primer lugar, los centros deberían realizar, antes del comienzo del próximo curso, ejercicios básicos de autoevaluación de sus estrategias y capacidades digitales para disponer de un diagnóstico de su situación, utilizando la herramienta Selfie de la UE.
Además, todos los centros deberían disponer, al inicio del próximo curso, de un protocolo simple de formación y actuación de su profesorado en la enseñanza no presencial, que deberían conocer las familias de los alumnos. Las administraciones también tienen un papel en esta cuestión, ya que han de orientar en el desarrollo de esos protocolos.
Por último, las administraciones educativas, concluye el informe, deberían realizar durante el primer trimestre del próximo curso un balance de la situación de la enseñanza no presencial, en general y en cada centro de su competencia, para adoptar las iniciativas de mejora en equipamiento, formación y organización sobre bases objetivas.
Como aspecto positivo se reconoce que la educación universitaria ha podido salvar los muebles algo mejor, afirma el estudio: «Ha podido mantener su actividad porque acumulaba experiencias previas en formación online que ahora ha intensificado. Pero en los niveles no universitarios ha sido más complicado», reconoce el documento.
El Defensor del Pueblo ha solicitado por segunda vez, y esta con carácter urgente, que la conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital le remita la información tras la queja interpuesta desde la Federación Española de Dislexia sobre los factores de corrección aplicados a los estudiantes en las Pruebas de Acceso a la Universidad celebradas durante la pasada semana.
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