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Fumata blanca en la chimenea de la Capilla Sixtina, en marzo de 2013, para elegir al sucesor de Benedicto XVI. EFE

Cómo se consigue la «fumata blanca» y la «fumata negra» para la elección de un Papa

La chimenea de la Capilla Sixtina, en el Vaticano, es la encargada de desvelar si ya se ha elegido a un nuevo Papa

M. Palacios

Lunes, 21 de abril 2025, 11:05

Cuando se realiza un cónclave para la elección de un nuevo Papa la chimenea de la Capilla Sixtina, en el Vaticano, se convierte en una de las grandes protagonistas. Y es que es la encargada, ni más ni menos, de anunciar si finalmente hay nuevo pontífice.

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Si a través de ella sale el humo negro quiere decir que aún no hay acuerdo, sin embargo si el humo es blanco, contrariamente, significa que hubo una votación exitosa y que hay un nuevo Papa. Tras terminar la fumata, aparece en el balcón de la Basílica de San Pedro el cardenal protodiácono quien anuncia el «Habemus Papam» y da a conocer al nuevo pontífice.

Fórmula de la fumata blanca y de la negra

Cada «fumata» tiene su propia composición química. Según el Vaticano, el humo blanco que anuncia al mundo que la Iglesia tiene nuevo Papa se consigue mezclando clorato de potasio, lactosa y colofonia, una resina natural que se obtiene a partir de pino amarillo. Para lograr el humo negro se emplea perclorato de potasio, antraceno y azufre.

Las dos estufas que se utilizan en los cónclaves. EFE/ Osservatore Romano

En 2013, cuando salió elegido el Papa Francisco, se instalaron dos estufas en la Capilla Sixtina. Una es la tradicional, que se viene usando desde el cónclave de marzo de 1939, en la que se queman las papeletas de las votaciones. A ella se ha unido una estufa auxiliar que permite, gracias a un mecanismo electrónico, incrementar la visibilidad de las fumatas, y en la que se añade el color.

En el momento en el que se queman las papeletas se activa un dispositivo electrónico en la estufa auxiliar que pone en marcha una especie de cartucho que contiene cinco cargas y que se activan una tras otra durante un tiempo total de siete minutos.

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Estas dos estufas, que se colocan en un lateral, trasero, de la capilla Sixtina, están unidas al tubo de cobre interno de la chimenea de la Capilla Sixtina, que tiene casi dos metros de alto.

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