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Lunes, 23 de septiembre 2019, 15:25
Este 23 de septiembre de 2019 se produce el Equinoccio de otoño, el momento en el que comienza esta nueva estación y en el que se producen varios hechos reseñables:
- En las fechas en las que se producen los equinoccios cada año pasa algo muy curioso: el día tiene la misma duración que la noche en todos los lugares de la Tierra.
- En el polo Norte, comienza una noche que tendrá 6 meses de duración.
- En el hemisferio norte, comienza el otoño, al cual se le llama el equinoccio otoñal.
- En el hemisferio sur, comienza la primavera, a la cual se le llama el equinoccio primaveral.
- En el polo Sur, comienza un día que tendrá 6 meses de duración.
El equinoccio es el momento del año en el que el Sol está situado en el plano del ecuador terrestre por lo que el astro se proyecta por igual en los dos hemisferios. Ocurre dos veces al año, una en torno al 20 o 21 de marzo y otra el 22 o 23 de septiembre.
Desde este punto de vista los equinoccios son el instante (o la fecha, en un sentido más general) en que suceden determinados cambios estacionales, opuestos para el hemisferio norte y el hemisferio sur:
El otoño durará 89 días y terminará el próximo 22 de diciembre, fecha en la que dará comienzo el invierno. Además, la estación traerá consigo un nuevo cambio de hora que se producirá el último domingo de octubre. Una fecha en la que a las 3.00 serán las 2.00, lo que significa que el día tendrá oficialmente una hora más.
En los equinoccios el Sol sale exactamente por el este y se pone exactamente por el oeste, siendo la duración del día igual a la duración de la noche. En el movimiento diurno media circunferencia ocurre por arriba del horizonte (día) y la otra media por debajo (noche). La figura muestra la trayectoria del Sol según la latitud del observador, situado en el punto C de su horizonte local, según explica la wikipedia, ilustrado con un gráfico.
Desde el ecuador -latitud 0º-, el Sol sigue aparentemente una trayectoria vertical, desde que nace por el Este hasta que se pone por el oeste, alcanzando al mediodía el cenit del observador (amarillo).
Por el contrario, desde los polos, bien sea el norte o el sur (azul), el Sol no se levanta sobre el horizonte, sino que describe un círculo rasante. Prescindiendo de la refracción, se verá sólo medio disco solar durante todo el día: ni amanece, ni culmina ni se pone.
En cuanto a las latitudes medias (naranja) el observador verá nacer al Sol por el este y ponerse por el oeste, pero su culminación será distinta según estemos en el hemisferio norte o en el hemisferio sur:
Desde el hemisferio norte (0º
Desde el hemisferio sur (–90º
Se da además otra diferencia: los observadores del hemisferio norte ven al Sol «moverse» de este a oeste en sentido retrógrado u horario, mientras que desde el hemisferio sur el Sol parece moverse igualmente del este a oeste, pero en sentido directo o antihorario.
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