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Miguel Ángel Mata
San Sebastián
Martes, 14 de mayo 2024, 13:13
Apenas unas horas después de que el lunes abandonara la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital de Cruces, Alex García, el vecino de Lasarte-Oria que el pasado 21 de abril fue repatriado desde Tailandia en un avión militar medicalizado para salvar su vida ... tras dos meses hospitalizado en el país asiático, expresa en su primera entrevista a un medio de comunicación, su agradecimiento a todas aquellas personas que han hecho posible su regreso a casa en una situación inédita. Desde su habitación en el hospital vizcaíno, donde cree que aún deberá estar varias semanas hasta recuperarse del todo, muestra su convencimiento de que «si no me llegan a traer aquel domingo, dos o tres días después habría fallecido». Al otro lado del teléfono, su voz revela el cansancio propio de quien lleva tres meses encamado al tiempo que un optimismo máximo al ver que se acerca el final de la pesadilla
- Lo más importante, ¿cómo se encuentra?
- Bien. Con mucho ánimo después de todo lo que ha pasado. Mejorando mental y físicamente. Respecto a lo segundo, reaprendiendo a andar, pues he perdido mucha musculatura y fuerza y estoy haciendo rehabilitación. Aún tengo el páncreas tocado y los drenajes puestos, y me tienen que hacer aún alguna prueba más, pero por lo que me dicen los médicos, todo va bien y ya no tengo las fiebres que tenía en la UCI.
- ¿Le han dado alguna fecha orientativa respecto a cuándo podrá salir del hospital?
- No. Para eso supongo que aún quedan varias semanas. Creo que un mes o dos por lo menos. Vamos poco a poco, con calma y cautela.
- En todo momento ha estado acompañado. Su mujer Usoa, su madre, su hermano... Pero faltaban sus hijos. ¿Cuándo les ha vuelto a ver?
- El domingo. No quería que me vieran con las sondas, los tubos y todo eso, así que hasta que no he estado presentable no he estado con ellos.
- ¿Y?
- Imagina. Una alegría y una inyección de moral tremenda después de tres meses sin verlos. Les he visto muy crecidos, parece mentira. Sobre todo a la pequeña, que ya habla mucho mejor (ríe).
- ¿Es consciente de la repercusión que ha tenido su caso?
- Allí en Tailandia no tanto. Estaba muy fastidiado, y en la distancia no eres del todo consciente de lo que pasa en casa. Veía a Usoa en la tele, en el periódico, pero no calibras el alcance de lo que se montó. Ha sido al llegar aquí cuando más o menos me han puesto al día, aunque supongo que hay muchas cosas que me ocultan (más risas).
- ¿Cuál ha sido el peor momento?
- Las dos veces que me quedé colgado en el aeropuerto sin poder coger el avión. La frustración fue enorme.
- ¿Llegó a pensar que no salía de Tailandia?
- Por supuesto. De hecho, estoy convencido de que si no me llegan a traer aquel domingo, en dos o tres días no lo contaba. Llevaba ya cinco días con 40º de fiebre y no bajaba. Había que operarme sí o sí.
- ¿Y el mejor momento?
- Al aterrizar en Loiu. Mientras me bajaban del avión pensé 'ya estoy en casa'; voy a sobrevivir'.
- ¿Qué tal los hospitales de Tailandia?
- Son buenos. No me puedo quejar. Pero claro, no es lo mismo que aquí. Aunque solo sea por el idioma. Yo no hablo inglés, y nos comunicábamos con médicos y enfermeras haciendo traducciones por el móvil, lo que dio lugar a situaciones muy curiosas. Me acuerdo un día que la enfermera me dijo que 'enseguida viene el médico para acuchillarle', jajaja. Imagina, hecho polvo y que te digan eso.
- ¿La próxima vez que viaje contratará una ampliación del seguro?
- Por supuesto. De hecho, amigos míos que han viajado recientemente así lo han hecho. Recomiendo hacerlo. Merece la pena gastarse 100 euros más y tener una cobertura de un millón de euros, por ejemplo, que quedarse con el básico.
- Supongo que es consciente de que su caso es excepcional... Incluso la ministra de Defensa, Margarita Robles, estuvo en contacto personal con su mujer...
- Y lo sigue estando. Han hablado varias veces estos días. Se ve que es buena persona, muy simpática y campechana. Obviamente no tengo más que palabras de agradecimiento hacia ella y para la muchísima gente que ha hecho que hoy esté aquí. Desde las instituciones al personal sanitario y militar y, por supuesto, a todas aquellas persona que aportaron al 'crowdfunding', y a los medios.
- Tras una experiencia tan intensa como esta, ¿en qué va a cambiar su vida a partir de ahora?
- En trabajar algo menos y dedicar más tiempo a la familia. Tengo con mi hermano una empresa de castillos hinchables, fiestas de la espuma y elementos de diversión para fiestas y en verano llego a trabajar 18 horas diarias. Me he dado cuenta de que no merece la pena y de queno me quiero perder el crecimiento de mis hijos.
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