Cómo evitar que el espejo del baño se empañe cuando nos duchamos

Entre las tareas de casa más engorrosas y menos agradecida está la de limpiar los cristales. Por mucho que los limpiemos y los repasemos, siempre aparece alguna marca. Y si se trata de los espejos del lavabo, tenemos un problema añadido: que se empañan después de una merecida ducha caliente.

Esto ocurre porque el vapor se desprende del agua caliente y queda suspendido en el aire, lo que provoca que se condense en superficies frías. Pero no te preocupes, porque es posible evitarlo y te contamos cómo:

Uno de los productos naturales más utilizados en la limpieza del hogar. En el caso del vaho de los espejos, tan solo tienes que preparar una mezcla de agua con vinagre en una botella con pulverizador, rociarlo y limpiarlo con ayuda de un trapo limpio. Es una solución que se mantendrá durante varios días.

Es uno de los productos más eficaces para mantener cualquier espejo libre de vaho. Puedes extender la espuma sobre el espejo, o bien, hacerlo directamente sobre un trapo limpio hasta que desaparezca la espuma. Verás como el espejo no se vuelve a empañar durante varios días.

Otra de las soluciones que puede resultar muy eficaz para no empañar un espejo, es utilizar cera de coche. Para ello, distribuye una pequeña capa de producto sobre la superficie y límpiala con un trapo limpio hasta que el espejo quede perfecto y sin marcas.

Sí, has leído bien. Si mezclas tiza en polvo con alcohol y limpias el espejo con un trapo humedecido con esta mezcla, evitarás que se empañe. Para ello, tendrás que limpiar la superficie previamente con papel de periódico.

Aunque suene típico, otra solución que funciona de maravilla es añadir un poco de jabón cuando vayas a limpiar un espejo. Puedes mezclar agua con un poco de cualquier solución jabonosa (detergente, lavavajillas, jabón de manos...) y limpiar con un trapo limpio o secar con papel periódico.

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