Secciones
Servicios
Destacamos
A. Pedroche
Lunes, 6 de enero 2025, 07:32
El Día de Reyes es muy especial en millones de hogares españoles. Durante la mañana los niños se levantan para abrir los regalos que Melchor, Gaspar y Baltasar han metido debajo del árbol. Sus son de ilusión y felicidad. Sin embargo, hay algunos pequeños que empiezan a tener dudas sobre Melchor, Gaspar y Baltasar.
Algunos empiezan en la tarde de la cabalgata. No entienden como sus Majestades de Oriente pueden estar en tantas ciudades a la vez. Otros han escuchado a compañeros del colegio hacer ciertos comentarios que les hacen levantar sospechas. Es por ello que hace ya 10 años, la zaragozana María Rubio compartió una carta que le leyó a su hija María cuando esta le dijo que sus amigas del cole decían que los Reyes Magos son los padres. La carta dice así:
«Apreciado papá y apreciada mamá de María,
Somos los Reyes Magos. Sabemos que acaba de nacer María. Es una niña preciosa que os va a hacer muy felices a los dos. Ya sabéis que cada 6 de enero nosotros vamos en silencio a casa de todos los niños y les dejamos unos regalitos para celebrar el nacimiento del niño Jesús y para decirles lo orgullosos que estamos de ellos. Pero a partir de ahora no podremos hacerlo porque estamos muy viejecitos y cada vez hay más y más niños en este mundo. No podemos ir a casa de todos.
Además, ayer me caí del camello y me rompí el brazo (soy Melchor, un poquito torpe); Gaspar es muy lento porque camina con la ayuda de un viejo bastón y Baltasar, ¡nuestro viejecito Baltasar!, se olvida siempre de dónde tiene la lista de los regalos.
Como ves, ya estamos muy mayores y necesitamos pediros tres favores muy importantes:
Primer favor: Que nos ayudéis a poner los regalos a los niños. Cada padre y madre harán nuestro trabajo el día de Reyes: leerán las cartas de sus hijos y, con la misma ilusión que la nuestra, les pondrán los regalos como si fuéramos nosotros. Así todos los niños del mundo tendrán sus regalos y nosotros podremos descansar y ver, desde lo lejos, sus caritas de alegría.
Segundo favor: Como esto es un gran secreto, no se lo podréis decir a María hasta que cumpla los 7 años. Cuando tenga esta edad, ya será mayor y sabrá guardar este secreto. Los niños pequeños no deben saber que nosotros ya no podemos poner los regalos y que son los padres los que nos ayudan porque si no... ¿qué pensarán de nosotros? ¿dónde estará la magia? El secreto se ha de decir solo a los niños responsables, a los que ya pueden entender que nosotros les queremos mucho y que por eso pedimos ayuda a sus padres, las personas que más los quieren a ellos.
Tercer favor: Algunos padres que nos ayudan están enfermos o no tienen dinero para comprar regalos a sus hijos. Y también hay niños que no tienen la suerte de tener dos papás. Por eso, necesitamos que vuestros hijos se conviertan «un poquito» en Reyes Magos y compartan algunos regalos con los niños que no tienen tanta suerte como ellos.
Nada más. ¿No es demasiado, verdad?
Cuando María te pregunte por primera vez quiénes son los Reyes Magos léele esta carta. Entenderá por qué nosotros hemos confiado en vosotros para hacer nuestro trabajo: porque sois las personas que más lo queréis en el mundo y que mejor pueden ver su enorme y bondadoso corazón de perla.
Melchor, Gaspar y Baltasar»
Esta carta fue acogida con mucho cariño por muchos padres que tratan de mantener viva la ilusión de los Reyes Magos en sus hijos. No hay nada más mágico que una infancia feliz, por ello preservar ese sentimiento por un día como este en los más pequeños.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.