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Viernes, 17 de abril 2020, 00:22
Grevenbroich, en Alemania, cuenta con 100 hectáreas donde reina el color. La primavera ha dejado una larga extensión de formas y tonalidades de todo tipo que se convierten anualmente en un reclamo para amantes de la fotografía y turistas. El colorido lugar es uno de los jardines naturales más grandes del mundo y sus flores configuran paisajes así de espectaculares.
REUTERS/EFEGrevenbroich, en Alemania, cuenta con 100 hectáreas donde reina el color. La primavera ha dejado una larga extensión de formas y tonalidades de todo tipo que se convierten anualmente en un reclamo para amantes de la fotografía y turistas. El colorido lugar es uno de los jardines naturales más grandes del mundo y sus flores configuran paisajes así de espectaculares.
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REUTERS/EFEPublicidad
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