Extremadura y Castilla-La Mancha reabren sus bares: televisiones en silencio y prohibido consumir de pie

El pico de la tercera ola del coronavirus ha pasado ya. Cada comunidad autónoma ha superado la máxima incidencia en días diferentes, pero en esta semana se repiten las decisiones regionales para establecer los nuevos planes de las desescalada. Principalmente esto ocurre en aquellos lugares en los que el gobierno autonómico estableció las restricciones según el nivel de incidencia del coronavirus. Al rebajar la tasa, se aplican nuevos límites. Extremadura y Castilla-La Mancha ya han establecido la reapertura de su hostelería, justo en la misma semana en la que su cierre se ha trasladado al ámbito judicial en otras regiones tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Como ya ocurriera entre abril y mayo de 2020, vuelve la desescalada con límites diferentes y con puntulizaciones curiosas.

El gobierno de Extremadura ha decretado un nuevo paquete de medidas que entran en vigor este mismo viernes, por lo que la hostelería puede reabrir sus puertas de cara al fin de semana. La incidencia ha bajado de forma notable en la comunidad extremeña, lo que ha posibilitado esta flexibilización de las restricciones que afectaba, también, a la hostelería. Los bares y restaurantes situados en esta región podrán alzar la persiana pero con varias restricciones destacadas.

El horario permitido por el gobierno autonómico será de 07 a 18 horas, debiendo cumplir con un aforo del 50 % en las terrazas y del 40 % en el interior del local, lugar en el que las barras no se podrán utilizar para consumir y en el que las televisiones deberán estar sin volumen, así como no poder reproducir música, para evitar que los clientes alcen la voz, acción que aumenta la expansión de las gotículas contaminadas con Covid-19. Como máximo podrán darse 4 comensales por mesa.

Castilla-La Mancha también ha anunciado una flexibilización de sus restricciones al registrarse un descenso notable de la incidencia acumulada del coronavirus. De esta forma los bares y restaurantes podrán abrir sus puertas ya, aunque deberán cerrar sus puertas cada día una hora antes del inicio del toque de queda.

La hostelería manchega permanecía cerrada desde el pasado 18 de enero y ahora podrán abrir cumpliendo con la limitación de aforo de un tercio en el interior y del 50 % en terrazas. Queda prohibido el consumo de pie, sólo se podrá hacer sentado y cumpliendo la separación de 1,5 metros entre comensales y de 2 metros entre mesas. En las terrazas tampoco se podrá consumir de pie. A las 21 horas deberán cerrar sus puertas.

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