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VICENTE GIL
Miércoles, 2 de octubre 2019
El pasado domingo, cuando apenas faltaba un mes para que cumpliera los 98 años de edad, fallecía en su residencia de Alginet, Alfredo Greus, a quien recordamos de su época de cancerbero en importantes equipos de la Primera División Española y por su faceta de empresario emprendedor en su pueblo natal.
Comenzó su carrera deportiva como portero de la Unión Deportiva Alginet a la edad de 16 años, equipo en el que militó hasta la temporada 40-41 y del que llegó a ser presidente muchos años después. Fue fichado por el Valencia CF, jugando en su equipo amateur con el que se adjudicó la Copa del Generalísimo, en la final del Campeonato de España de Aficionados, al vencer al equipo bilbaíno S.D. Indauchu en Vallecas por 4 a 1. Con el primer equipo solo pudo disputar un partido oficial, ya que fue cedido al Zaragoza en la temporada siguiente, donde se convirtió en titular indiscutible, lo que le permitió fichar al año siguiente por el Real Betis Balompié por la nada despreciable cantidad, para la época, de cien mil pesetas. Cinco años después fue traspasado al Real Oviedo, para ser contratado finalmente por el Real Madrid en 1951. Alfredo Greus siempre presumió de haber disputado como portero titular el partido del Cincuentenario del club merengue; la foto de aquel día, autografiada por sus compañeros madridistas siempre ha permanecido enmarcada en un lugar destacado de su casa. Años después acabaría su periplo jugando en la Liga Mayor del fútbol mejicano, en el Real Club España de la capital azteca, para finalizar su carrera en La Salle Fútbol Club de Caracas (Venezuela). En el más reciente recuerdo queda la visita que le dispensó una delegación de Betis TV el pasado año, encabezada por Rafa Gordillo, para entrevistarle con motivo de su 97 cumpleaños o la corona de flores blancas que el Real Madrid envió para que le acompañara el lunes en su ceremonia.
Su extraordinario periplo deportivo para la época le reportó buenos contactos y grandes amigos. Eso, junto con el dinero ahorrado durante aquellos años, le permitirían emprender un innovador futuro profesional, con el proyecto comercial más ambicioso que se había promovido en su localidad hasta la fecha: Galerías Alginet. Una suerte de grandes almacenes donde podías encontrar toda clase de artículos, desde alimentación hasta ferretería, electrodomésticos, droguería y perfumería, menaje, decoración… Alfredo Greus anticipándose en más de diez años a la llegada de El Corte Inglés a Valencia. Algo similar a lo que había observado en su carrera futbolística, en otras ciudades y paises. Hoy continúa su legado, su sueño empresarial dirigido por su hijo Willy. Pero a la entrada de la tienda aun se adivina la presencia de Alfredo 'el Borrasca', sentado junto a la caja registradora.
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