Cómo cuidar el Ficus: trucos y consejos para que crezca sano

El Ficus está presente en millones de casas. Decora de forma imponente muchos salones, recibidores e incluso habitaciones aportando belleza y armonía al conjunto. Sus hojas sencillas y de un color verde intenso hacen de este árbol de interior el más vendido en el mundo.

Los expertos dicen de él que «es más que una planta». Y es que, si investigamos un poco nos encontramos con que de esta maravilla existen alrededor de 800 especies en el mercado y según la especie que adquiramos puede ser planta trepadora, árbol o arbusto.

Perteneciente a la familia de las Moraceae, se trata de árboles de zonas tropicales que se caracterizan por poder crecer en ambientes en los que no hay exceso de luminosidad, por lo que es muy adecuada para el crecimiento en interiores. Además, los Ficus pueden alcanzar tamaños descomunales a pesar de no tener mucha luz.

Estos son todos sus principales cuidados para que crezcan sanos, frondosos y espectaculares:

Como ya hemos explicado con anterioridad, el Ficus es una planta tropical y por ello necesitan un entorno cálido para crecer. La temperatura ideal, según los expertos, es entre 16 y 20 ºC.

Así, esta planta de interior necesita un espacio muy luminoso pero sin embargo no 'quieren' que les de el sol de forma directa. De entre todos los Ficus, una de las especies que más luz necesita en el Ficus elástica.

El Ficus sufrirá en un entorno seco, así que además de regarla necesitará que pulverices sus hojas de vez en cuando (es mejor con agua templada) y especialmente en épocas en las que haga mucho calor.

El riego del Ficus debe ser más abundante durante el verano, como dos veces por semana, mientras que en el invierno se reducirá a cada 15 días.

La tierra para nuestro Ficus debe ser blanda y algo ácida, y debe de tener un buen drenaje (esta planta no tolera los encharcamientos). Los expertos indican que un buen truco para que la planta drene el exceso de agua es colocar varios trozos de ladrillo o piedras en el fondo de la maceta.

El Ficus es una planta de crecimiento rápido, así que lo mejor será cambiarla de maceta, a una más grande, cada dos años. Así sus raíces tendrán espacio suficiente para poder desarrollarse de forma saludable.

El mejor momento para el trasplante o cambio de maceta es al comienzo de la primavera. Durante el invierno, el Ficus suele mantenerse en reposo vegetativo y agradecerá tierra nueva a principios de primavera, cuando comience a echar nuevas hojas y por lo tanto a emitir nuevas raíces para alimentarse bien.

La mejor forma de abonar un Ficus es usando fertilizante líquido diluido en el agua de riego. Deberás hacerlo cada quince días en primavera y verano, eligiendo un abono con un alto contenido en nitrógeno (muy adecuado para fortalecer el desarrollo de las hojas verdes de las plantas).

El Ficus crece rápido y, por ello, sus ramas se pueden descontrolar muy fácil. La poda es perfecta para mantener la planta bonita. El mejor momento para podarla es en primavera, y lo que deberás hacer es eliminar los brotes jóvenes y las ramas que no quieras dejar crecer. Así conseguirás darle a la planta una forma compacta y decorativa.

Existen muchos tipos de ficus, pero estos son los más comunes:

1.- Ficus benjamina. Es uno de los más populares. Se caracteriza por sus hojas pequeñas de color verde claro y sus ramas, bastante delgadas.

2.- Ficus elástica robusta. Es también una de las variedades más comunes del ficus. Cuenta con unos tallos gruesos y hojas grandes de un color verde oscuro.

3.- Bonsái ficus retusa. Es una de las variedades del ficus más elegante. Sin embargo, se trata de una variedad que requiere de bastantes cuidados.

4.- Ficus macrocarpa. Se trata de un árbol bastante frondoso y de crecimiento rápido que puede alcanzar más de 12 metros de altura.

5.- Ficus lyrata. Es otra de las variedades del ficus. Cuenta con hojas anchas y verdes, con bordes en color amarillo. Se utiliza mucho para decorar en interiores por sus espectaculares hojas.

6.- Ficus americana. Es una de las variedades de ficus con más altura. Puede llegar a medir hasta 20 metros de altura en climas tropicales.