La fórmula matemática que hace que (supuestamente) el Blue Monday sea el Día Más Triste del Año

El Blue Monday que se celebra este 20 de enero de 2020 es conocido como el «día más triste del año», aunque no hay ninguna base científica que realmente lo constate. El término nació en 2005 y lo creó el profesor de la Universidad de Cardiff, Cliff Arnal para lanzar una campaña de marketing de Sky Travel. Arnall trató de averiguar a través de un cálculo matemático cuándo había una mayor predisposición de los consumidores a reservar las vacaciones. Y una cosa llevó a la otra, el término hizo fortuna y desde entonces cada tercer mes de enero se 'celebra' el Blue Monday.

La fórmula matemática era esta:

1/8C+(D-d) 3/8xTI MxNA

en la que:

- C = Clima

- D = Deudas adquiridas durante el período navideño

- d = dinero que se cobra en enero

- T = tiempo transcurrido desde el final de la Navidad

- I = período desde el último intento fallido de dejar un mal hábito

- M = motivaciones

- NA = necesidad de actuar para cambiar la vida

Con ella, según Arnall, se puede explicar la convergencia entre parámetros sociales, meteorológicos o económicos, entre otros. Según el psicólogo de la Universidad de Cardiff, los niveles de motivación en esta época del año son bajos, debido a lo que se conoce como el 'efecto hibernación', por el cual la gente se siente aletargada, come de más y se siente decaída. Factores a los que también se podría añadir el no celebrar otro año más ningún premio de la lotería o el típico proceso gripal de invierno.

Aunque el mismo Arnall ha declarado que su fórmula no tiene sentido, es un hecho que todos estos factores influyen en el estado de ánimo de las personas pero no por ello confirman que todas esas situaciones convergen con más efecto durante un día concreto y que afecte a toda la población al mismo tiempo cada año.

Esto dio pie a relacionarlo con el estado de ánimo y empezar a surgir teorías sobre los factores que hacen que este lunes de enero sea tan depresivo: la resaca navideña, la vuelta a la intensidad laboral, la cuesta de enero, el clima o incluso la falta de luz, ya que los días son más cortos.