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El herpetólogo español Frank Cuesta, protagonista de programas como 'Frank de la Jungla' o 'Wild Frank', tiene una comunidad de seguidores muy fuerte y tras su último mensaje, muchos se han quedado muy preocupados. Este leonés reside desde hace más de 20 años en Tailandia. Allí es una cara muy conocida. Tanto por su labor como por su exmujer, Yuyee, con quien en los últimos meses tuvo serios problemos respecto a su santuario. 'Libertad' (así se llama dicho santuario) es el proyecto de vida de Frank. Allí cuida a animales que él mismo rescata de las manos de mafias.
El terreno sobre el que se sitúa 'Libertad' fueron adquiridas por Cuesta hace más de 10 años, pero oficialmente constaban a nombre de Yuyee. Ella, después, decidió convertirlo en un alquiler para «protegerse» legalmente. Esto supuso una disputa entre ambos que terminó con los hijos de ambos negándole la palabra a su madre y con Frank apunto de dejar los terrenos. Finalmente, la actriz y cantante cedió y vendió por 165.000 euros la titularidad del santuario, que ya consta a nombre de sus hijos en una sociedad gestionada Frank.
Ahora, Cuesta ha sufrido una inesperada visita de la policía que podría cambiar su situación en país. Ha sido denunciado de manera anónima en el departamento de inmigración de Tailandia. «Hemos recibido una multidenuncia anónima, pero ya sabemos de dónde viene. El oficial que ha venido en referencia a los animales ha sido muy, muy amable», ha comenzado explicando en sus redes sociales.
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«Ha sido un momento muy feo», remarca Cuesta. El herpetólogo tiene claro que «hay alguien que me quiere fuera de Tailandia a toda cosa, no voy a decir quién ni cómo, puede ser cualquier persona». No obstante, deja entrever que sí conoce la identidad de esta persona, algo que muchos usuarios de las redes sociales han relacionado con Yuyee.
«Hasta que no me saquen a hostias de Tailandia no me iré», insiste Frank Cuesta en su canal de YouTube. «Voy a contestar de una manera brutal, aunque con la gente con la que me tengo que reunir bajaré la cabeza por respeto. Pero no voy a bajarme los pantalones nunca más», añade claramente cabizbajo.
También ha querido recordar lo difícil que es vivir en Tailandia siendo extranjero: «En este país, serás una puta mierda (...) El peligro, la amenaza y la posibilidad de que me jodan está ahí y no lo puedo controlar». Por último, ha anunciado los siguientes pasos que va a dar para resolver esta delicada situación: «Mañana tengo que ir a una reunión complicada, no porque haya hecho nada mal, todo está en orden, no hemos roto la ley de ninguna manera, pero cuando hay una denuncia tienen que venir», concluye.
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