El gurú que captó a Patricia Aguilar escribe desde prisión a Susana Griso: «No soy el líder de ninguna secta»

Félix Steven Manrique, el falso gurú que captó a la ilicitana Patricia Aguilar y la retuvo en una secta en Perú, ha querido dar su versión de la historia desde prisión. Lo ha hecho mediante una carta a 'Espejo Público', programa que presenta Susana Griso, a quien se ha dirigido expresamente en su misiva. En su escrito, el detenido desmiente las acusaciones de maltrato y captación y declara su amor por la valenciana: «Amo a Patricia con toda mi alma», asegura Steven en su carta de siete páginas.

En ella, el detenido también aclara que tuvo un hijo con Aguilar para «repoblar la tierra» y desmiente ser el líder de una secta: «Señorita periodista por amor de Dios, no soy líder de ninguna secta», destacaba el acusado en su texto. Steven se encuentra en prisión preventiva por un delito de trata de personas agravado con fines de explotación, y ha escrito con su puño y letra a la presentadora para destacar que tampoco es ningún «explotador abusivo».

A pesar que la justicia peruana ya demostró que el acusado trataba de manera violenta y engañosa a Patricia Aguilar y otras dos mujeres (las peruanas Marjorie García y Paola Vega y los cinco hijos que tuvo con ellas), Steven ha querido defender que «jamás» hubo maltrato «ni psicológico ni físico» por su parte hacia la española.

El detenido ha explicado su versión de cómo llegó Patricia a la selva de Lima. Steven afirma que agregó a la ilicitana a un grupo de Whatsapp en septiembre de 2016 y que se llegó a hacer tan amiga de Paola (la otra pareja del gurú que también vivía en condiciones deplorables) que fue la propia Patricia quien le dijo que viajaría a Perú. Según su historia, Aguilar hizo cuatro depósitos para mudarse a Lima y él nunca le habló sobre que pudiese salvarla de la llegada del apocalipsis. «Los padres, mi tía política y la abogada de España hablan disparates para victimizar a Patricia», asegura en su carta. «Te amo Patricia, luchemos por la bebé, recuerda cuánto hablamos», insiste el detenido durante su texto.