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AFP
Viernes, 28 de abril 2023, 00:46
El equipo de la Universidad de San Marcos, en Perú, ha encontado en una gran fosa a las afueras de Lima, en el complejo arqueológico de Cajamarquilla, el esqueleto de un adolescente de hace 1.000 años y que se encuentra en perfecto estado. Y es que, el proceso de momificación natural ha permitido que los brazos, antebrazos y las dos piernas conserven restos de piel. Además, también cuenta con mechones de cabello natural e incluso se han encontrado piezas dentales en su mandíbula. Junto al esqueleto han encontrado, además, un arma de piedra, un plato, una aguja de cobre y restos de textil, maíz y chile. La sepultura de unos dos metros de profundidad se cubrió con una gran roca hace entre 800 y 1.200 años.
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