Un hombre muere por la mordedura de su gato cuatro años antes

Las mordeduras de gato pueden llegar a ser mortales. Estos felinos pueden crear una herida lo suficientemente profunda como para llegar a los vasos sanguíneos, con el riesgo de que se pueda propagar una infección. Precisamente eso es lo que le ocurrió a Henrik Kriegbaum Plettner, un hombre de Dinamarca que ha fallecido tras haber sido mordido por su gato.

Era 2018 cuando el danés decidió acoger en su casa a una gata que había tenido gatitos. Al parecer, uno de ellos le mordió el dedo índice, algo a lo que él no dio demasiada importancia. Pero, unas horas más tarde, la mano se comenzó a inflamar hasta doblar su tamaño natural y decidió llamar al médico. Como no parecía un caso urgente, no le atendieron hasta el día siguiente y, después de varias consultas, terminó en el hospital Kolding de Dinamarca.

Según informa 'Daily Mail', estuvo hospitalizado durante un mes y se sometió a 15 operaciones. Sin embargo, los resultados no fueron los que esperaban los especialistas y decidieron amputar el dedo. El problema fue que, pese a todo, las bacterias ya habían entrado en su torrente sanguíneo y durante los siguientes años le fueron afectando notablemente. «El gato había mordido justo en un vaso sanguíneo, y cuando un gato muerde y saca el diente, el agujero se cierra y la bacteria se propaga», explicó su madre a medios locales.

«Tenía una salud muy fluctuante, un sistema inmunológico debilitado, neumonía, gota y diabetes», confesó. Durante el tiempo que permaneció ingresado, los médicos trataron las diferentes dolencias que le iban afectando, pero no llegaron a curarle del todo. Ahora, la familia del fallecido advierte de que hay que estar alerta frente a estos sucesos, por menores que parezcan.